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Sin exprimirse, aún sin Lionel Messi y con Neymar expulsado a la hora de partido, Kylian Mbappé rescató la victoria para el París Saint Germain en el minuto 96, cuando sufrió un penalti que él mismo transformó en el definitivo 2-1 contra el Estrasburgo, el penúltimo de la clasificación, cuando el empate parecía inamovible.