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El Al Hilal saudí, dirigido por el argentino Ramón Díaz, se sumó a la nutrida nómina de sorpresas que se han producido en el Mundial de Clubes desde que comenzó a disputarse en 2000.

El campeón asiático se metió para su primera final en el torneo universal, en el que había firmado ya dos cuartas plazas en 2019 y 2021, tras derrotar por 3-2 en la semifinal al Flamengo brasileño, ganador de la última Copa Libertadores, que no pudo cumplir con su condición de favorito.

El Al Hilal será el tercer conjunto de la Confederación Asiática que estará en la lucha por el título después de que el Al Ain emiratí, anfitrión de la edición de 2018, lo consiguiera tras deshacerse en la tanda de penaltis del River Plate argentino (5-4) tras acabar el encuentro con empate a dos.

El equipo de Marcelo Gallardo se presentaba después de superar a Boca Juniors en el Santiago Bernabéu en la final de la Libertadores y su actuación fue decepcionante. Pese a marcar dos goles por medio de Rafael Santos Borré fue incapaz de superar al conjunto que dirigía Zoran Mamic, que luego cayó en la final ante el Real Madrid por 4-1.

El Kashima Antlers japonés también hizo valer su condición de anfitrión en 2016 ante el Atlético Nacional colombiano, al que superó en su semifinal por 3-0. Incluso en la final tuvo sus opciones y llegó a forzar la prórroga ante el Real Madrid, que se encomendó a un triplete del portugués Cristiano Ronaldo para sellar el triunfo por 4-2.

Hubo que esperar hasta la edición de 2010, disputada en Emiratos Árabes, a que hubiera en la final un equipo que no fuera europeo o sudamericano. El encargado de abrir el fuego fue el Mazembe congoleño, que sorprendió a otro equipo brasileño, Internacional, al que derrotó por 2-0 en el estadio Mohammed bin Zayed de Abu Dabi.

Mulota Kabangu y Alain Kaluyituka certificó la clasificación del conjunto africano para luchar por la gloria. Se la arrebató el Inter Milan de Rafa Benítez, que le derrotó por 3-0, con dos tantos, de Goran Pandev y Samuel Eto'o, en el tramo inicial del partido.

El Raja Casablanca, anfitrión del primer Mundial de Clubes que se disputó en Marruecos, en 2013, también protagonizó una notable sorpresa, al plantarse en la final después de deshacerse del Atletico Mineiro brasileño (3-1) con dos goles en los últimos minutos.

En este caso, el Raja sucumbió en el encuentro definitivo ante el Bayern Múnich (2-0) de Pep Guardiola, en el que aún militaban jugadores como David Alaba y Toni Kroos, actualmente en el Real Madrid, titulares entonces. El brasileño Dante y el español Thiago Alcántara resolvieron el choque con dos tantos en la primera media hora.

La Concacaf tan solo ha tenido un equipo presente en la final. Fue en 2020, en Catar, el Tiggres UANL, que cayó ante el Bayern Múnich (1-0) tras deshacerse del Palmeiras (1-0) con una diana del francés Alain-Pierre Gignac.