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Cuando la soga rodeaba el cuello de Christophe Galtier y se avecinaba una fuerte tormenta en el París Saint-Germain, entre Kylian Mbappé, creador de una obra de arte, y Lionel Messi, con un tanto de falta en el minuto 94, derrotaron 4-3 al Lille y salvaron el pellejo a su entrenador, que vivió en el abismo durante buena parte del segundo acto.