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Incapacitado para sostener la intensidad que demandan los grandes duelos, acusando esfuerzos en un día gris en el que no aparecieron sus grandes referentes, el Real Madrid dejó en bandeja LaLiga al Barcelona, en un derbi que premió la resistencia del Atlético, castigado con una rigurosa expulsión a Correa y manteniendo su buena dinámica gracias a un líder que sí apareció, Antonie Griezmann.