Otra vez la inspiración del georgiano Khvicha Kvaratskhelia resultó determinante para alargar la racha del Napoli, victorioso en el campo del Empoli (0-2) para acercarse un poco más a la conquista del título de la Serie A que tiene en la mano.
El Scudetto está al caer para el conjunto de Luciano Spalletti, sensación del fútbol europeo. Ganador de su duelo de octavos de final de la Liga de Campeones el pasado martes, ante el Eintracht Fráncfort, sacó adelante un nuevo compromiso en la competición italiana, frente Empoli. Aventaja en dieciocho puntos al segundo, el Inter Milan, después de completar su compromiso de la vigésima cuarta jornada.
Como un cohete va el Nápoles que logró en el Carlo Castellani su octavo triunfo seguido en la serie A. Fue de la mano de Kvaratskhelia, revelación del fútbol actual, que intervino en los goles que desequilibraron el duelo.
Jugó la última media hora con un hombre menos el equipo de spalletti que perdió al lateral Mario Rui por soltar una patada a Francesco Caputo. Pero para entonces ya estaba el choque desnivelado.
Se desequilibró al cuarto de hora cuando en un córner, Kvaratskhelia envió un centro al área que recogió Piotr Zielinski que lo envió al área pequeña. Lo desvió Ardian Ismaijli hacia su propia portería siun que Guglielmo Vicario tuviera nada que hacer.
El segundo llegó a la media hora. En un disparo lejano, con intención, de Kvaratskhelia que no consigue amarrar Vicario. Su despeje lo aprovechó Victor Osimhen, pareja de baile del georgiano, que llevó el balón a la red.
Diecinueve tantos acumula el nigeriano en la Serie A. Nadie tiene más goles que el africano, máximo anotador en la Serie A, con seis de renta respecto al argentino del Inter Lautaro Martínez.
Demasiada desventaja para el Empoli lastrado por los cuatro encuentros sin ganar que marcaban su trayectoria. Pudo llegar el tercero en un remate al larguero, de cabeza, del coreano Min Jae Kin a diez del intermedio. Se salvó el cuadro de Paolo Zanetti, resignado a su derrota.
Decayó el ritmo después. Especialmente cuando el Nápoles se quedó con diez y optó por manejar la situación con más pausa. Aún así tuvo opciones de agrandar su ventaja como en un tiro de Osimhen a diez del cierre o la de Giovanni Simeone que entró por el nigeriano en el tramo final y que desarboló el meta Guglielmo Vicario.