El esloveno Tadej Pogacar se proclamó vencedor final de la París-Niza de forma brillante, conquistando la última etapa para firmar un triplete de triunfos consecutivos en la carrera que se sumaron al conseguido anteriormente en la cuarta fecha.
Lejos de estar a la expectativa y vigilar a los rivales que amenazaban su liderato, el francés Gaudu y el danés Vingegaard, Pogacar decidió sorprender con un ataque a 18 kilómetros en plena subida ante el que no encontró respuesta y que le permitió coronar el último puerto a casi un minuto de sus perseguidores.
A partir de ahí se centró en administrar su renta para cruzar en solitario la meta por delante de Vingegaard. Gaudu terminó segundo en la general a 53 segundos y el nórdico, pese a entrar por delante de él en la etapa, ocupó el tercer cajón del podio a 01.39 del ganador.
El Col d'Eze fue el que dictó la sentencia de la etapa con el pelotón partiéndose en las primeras rampas, hasta que el equipo UAE tomó las riendas de la carrera y Pogacar lo remató a 4 kilómetros de la cima en un ataque que nadie pudo contestar.
Después, en los 15 kilómetros de descenso hasta Niza, el esloveno se limitó a mantener la renta y a no cometer errores.
Las cinco subidas a lo largo de los 118 kilómetros prepararon el caldo de cultivo perfecto para el ataque final de Pogacar, que en este inicio de temporada mete miedo a sus rivales.