Como en un guión de cine, el destino quiso que los dos compañeros de equipo se citaran como enemigos en el último capítulo para decidir el final de la película.
El pelotero nipón, que estuvo activo con el madero durante todo el juego, se reservó para cerrar el juego desde el montículo y aseguró el título para su país.
Como en un guión de cine, el destino quiso que los dos compañeros de equipo se citaran como enemigos en el último capítulo para decidir el final de la película.