El Real Madrid se enfundó este miércoles el traje de las grandes noches europeas en el Spotify Camp Nou y noqueó al Barcelona, al que remontó el 0-1 de la ida con una contundente goleada (0-4) y apeó a los locales de la final de la Copa del Rey, en un clásico en el que la pegada y el talento de los blancos decidió la eliminatoria.
La semifinal duró trece minutos, el tiempo que tardaron, entre el añadido del primer tiempo (46+1) y el minuto 58, Vinícius y Karim Benzema, en dos ocasiones, para desarbolar el plan de Xavi Hernández. El francés culminó una actuación memorable con un triplete en el minuto 81.
En el mejor momento reapareció el Real Madrid de los partidos grandes. Ancelotti le ganó, al fin, la partida a Xavi y puso fin a una racha de tres victorias consecutivas del egarense en los clásicos. A los locales, penalizados por las bajas, les faltó el talento que sí mostró su rival en el área, donde se resuelven los partidos de empaque.
Después de perder los tres clásicos disputados en 2023, 'Carletto' fue atrevido. La baja de Ferland Mendy la cubrió con Camavinga en el lateral izquierdo, por delante de Nacho Fernández, situó a Fede Valverde en la medular acompañando a Toni Kroos y Luka Modric, y dio entrada a Rodrygo para formar el tridente ofensivo junto a Vinicius y Karim Benzema.
Su planteamiento osado no sorprendió al Barça de los cuatro centrocampistas en el primer tiempo. Sin los lesionados Pedri y De Jong, actuó el cuartero formado por Busquets, Sergi Roberto, Kessié y Gavi. No desentonaron con el balón y cumplieron con nota en la presión alta, una de las señas de identidad de la escuadra de Xavi.
Fue precisamente la presión lo que le permitió al Barcelona dominar en la primera media hora. Le costaba al Real Madrid ahogar a su rival en el área y esperaba su momento en jugadas aisladas. En dos de ellas, Vinícius, taponado por Araujo, y Rodrygo pusieron el miedo en el cuerpo a la defensa azulgrana, que añoró a Christensen, lesionado, en la construcción.
Controlaba el duelo el Barcelona, que le faltaba algo de profundidad. No lo conseguía con Raphinha, excelentemente vigilado por Camavinga. Alejandro Balde castigó a Carvajal y fue una pesadilla para la zaga blanca.
Desde la izquierda llegó un disparo de Sergi Roberto taponado por Alaba y un cabezazo de Raphinha bloqueado por Courtois. Todo ello con un extramotivado Gavi apareciendo en ataque, en defensa y también cuando el colegiado paraba el partido.
En una de las pausas por una falta azulgrana en la medular, Vinícius fue a buscar el balón que el centrocampista del Barça tenía en las manos. Ambos futbolistas se encararon. El pulso terminó con una decisión salamónica de Martínez Munuera con dos amarillas. Una prueba más de que había mucho en juego en el tapete.
En el último cuarto de hora del primer tiempo el Real Madrid fue capaz de encadenar posesiones largas, si bien le faltaba encontrar profundidad en los últimos metros. El gol blanco, al filo del descanso, llegó en una contra fugaz, una de las mejores armas del Madrid de siempre.
Y fue después de que Lewandowski rozara el tanto en un remate que rechazó Courtois. El balón fue a parar a Rodrygo. Marcos Alonso no pudo frenar con falta al brasileño, que habilitó a Benzemá en la derecha. El francés esperó la llegada de Vinícius que, desde el punto de penalti, remachó el balón que entró a trompicones tras tocar en Koundé bajo palos.
Minuto 46+ y eliminatoria igualada. Las áreas decidieron el primer tiempo. Se repetía el guion del último clásico liguero, pero esta vez no dejó desaprovechar la oportunidad el conjunto blanco para hurgar en la herida azulgrana a los cinco minutos de la reanudación.
Apareció Modric, algo tímido en el primer tiempo, se zafó en la media punta de Sergi Roberto y habilitó en la frontal a Benzema. El delantero galo se aprovechó de un resbalón de Koundé, se acomodó el balón con la zurda para trazar un disparo ajustado y delicado al palo derecho de Ter Stegen. Acostumbrado a dejar la portería a cero en LaLiga -en hasta 20 ocasiones este curso- poco pudo hacer para frenar el talento blanco.
Parecía que despertaba el orgullo azulgrana tras el gol de Benzema. Amenazaba Balde con un disparo que rechazó Courtois, avisaba Raphinha e iniciaba Araujo una aventura casi imposible por la banda derecha que no encontró portería.
La reacción local resultó ser un espejismo. Se gustaba el Real Madrid con el balón. Modric dirigía la sala de máquinas y Vini jugueteaba en la derecha. Y fue el '20' blanco el que encarriló la eliminatoria para su equipo. Kessié salió en la foto con un pisotón inocente en el área y Benzema no desaprovechó el regaló para dar una estacada que parecía casi definitiva (0-3, min.58) desde el punto de penalti.
Xavi movió el banquillo dando entrada a Ansu Fati, Ferran Torres y Éric García, pero los jugadores del Barcelona, muy precipitados, se hundieron. No lo dudo el Real Madrid para culminar su gran noche con una goleada de las que se recordarán.
Asensio y Benzema avisaron antes del tercer gol del francés en otra transición magistral. Fue la guinda a un partido redondo del equipo blanco, que volverá a jugar una final copera nueve temporadas después. El 6 de mayo le espera Osasuna en la final de La Cartuja.