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Los clubes brasileños Bragantino y Atlético Goianiense separaron este miércoles a dos jugadores que están investigados por supuestamente haber hecho amaños en partidos para favorecer a una mafia de las apuestas deportivas.

Según la prensa brasileña, los jugadores apartados son el defensa Kevin Lomónaco, del Bragantino, y el lateral izquierdo Moraes, del Atlético Goianiense, quienes se entrenaron en solitario este miércoles.

Los clubes no han confirmado la información y, aunque han reconocido que tienen jugadores investigados en sus filas, han indicado que no van a referirse a la situación de sus respectivos futbolistas.

Al menos cinco futbolistas de cinco equipos de primera y segunda división son investigados por el caso de supuestos amaños, destapado este martes por la Fiscalía del estado de Goiás.

El presidente del Atlético Goianiense, Adson Batista, manifestó en las redes sociales su apoyo a la investigación y pidió que todos los implicados en el amaño de resultados 'sean expulsados del deporte definitivamente'.

Bragantino, sin citar el nombre de su jugador, dijo en un comunicado que tiene 'tolerancia cero' con cualquier actitud que pueda dañar la reputación del deporte.

Santos sí reconoció que su futbolista Eduardo Bauermann está investigado, pero el jugador aseguró que rechazó la oferta de participar en los amaños.

El club manifestó en el comunicado su 'confianza' en el defensa central, lo ha mantenido en la disciplina del equipo y en la lista de convocados para el partido que jugará este jueves contra el Audax Italiano chileno, correspondiente a la Copa Sudamericana.

Otros clubes, como el Chapecoense y el Juventude, también han reconocido que tienen jugadores implicados y, al igual que el resto de los equipos, se han puesto a disposición de las autoridades.

El caso de los amaños fue destapado el martes por la Fiscalía del estado de Goiás, que encontró sospechas de fraudes en cinco partidos de la liga brasileña y otros cinco de los campeonatos regionales de 2022, aunque no identificó a los implicados.

Según las investigaciones, los jugadores cobraban entre 10.000 y 20.000 dólares para recibir tarjetas amarillas o rojas, cometer penaltis, asegurar un número determinado de saques de esquina, o incluso la derrota de su equipo.

La operación abierta este martes es una continuación de otra realizada hace pocas semanas y que identificó sospechas de manipulación en resultados de partidos de la segunda división en 2022.

La primera investigación le permitió a la Fiscalía denunciar a ocho futbolistas de diferentes clubes por integrar la red de manipulación de resultados, entre los cuales están Romário (Vila Nova), Joseph (Tombense), Mateusinho (Cuiabá) y Paulo Sérgio (Operário).