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Jalen Brunson, con 30 puntos (10 de ellos en un gran último cuarto), fue este martes el clavo ardiendo al que se agarraron los New York Knicks para igualar su semifinal del Este (1-1) con un triunfo por 111-105 sobre unos Miami Heat que les pusieron contra las cuerdas pese a no contar con el lesionado Jimmy Butler.

Tras perder el sábado el factor cancha, los Knicks no se podían permitir un nuevo tropiezo en el Madison Square Garden, especialmente con un Butler ausente por un esguince en el tobillo derecho.

Sin embargo, los neoyorquinos tuvieron que sufrir muchísimo para sumar su primera victoria en esta serie, tanto que por momentos parecía que iban a viajar a Miami con dos derrotas en la maleta.

Brunson, que también cogió 5 rebotes, fue fundamental para evitar ese desastre y estuvo acompañado por un Julius Randle que regresó tras no haber disputado el primer duelo por lesión (25 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias), RJ Barrett (24 puntos) y Josh Hart (14 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias).

Muy irregulares y poco convincentes a lo largo de la noche, los Knicks iban perdiendo de 6 puntos en el último cuarto pero le dieron la vuelta al encuentro con un gran 24-12 para cerrar el partido.

Caleb Martin (22 puntos y 8 rebotes), Gabe Vincent (21 puntos) y Max Strus (17 puntos) fueron los máximos anotadores de unos Heat muy dignos, con mucha personalidad y que estuvieron a punto de dar la campanada pese a su rotunda inferioridad en el rebote (43 frente a 63 de los Knicks).

BRUNSON AL RESCATE

Randle empezó con buenas sensaciones, tanto anotando como repartiendo, pero sus 10 puntos en el cuarto inicial quedaron eclipsados por un Barrett que marcó el paso de los locales con 16 tantos en los primeros 12 minutos.

Con Martin de salida en lugar de Butler, los Heat arrancaron el encuentro con la cabeza en alto, las cosas muy claras y la confianza plena en el rendimiento colectivo de su bloque

Tras una mínima ventaja neoyorquina en el primer cuarto (31-29), los Knicks se atascaron con una ofensiva totalmente averiada que estuvo más de tres minutos sin anotar en el comienzo del segundo periodo.

Además, su juego interior empezó a cargarse de faltas y tanto Mitchell Robinson como Isaiah Hartenstein llegaron al descanso con tres faltas cada uno.

Frente a las dudas de los Knicks, los Heat siguieron golpeando sin prisa pero sin pausa, destacaron en defensa (solo 20 puntos de sus rivales en el segundo periodo) y se fueron al vestuario por delante (51-54) con Martin como referente en ataque con 12 puntos.

Los Knicks cerraron la primera mitad muy incómodos y así siguieron en la reanudación.

Con dificultad para coger ritmo y para igualar la concentración de unos Heat muy metidos en el partido, los de Tom Thibodeau encontraron oro en el tercer cuarto en un Brunson que despertó con 13 puntos y tres triples.

Sin embargo, Strus respondió de maravilla en los visitantes con 11 tantos en el penúltimo periodo y el partido encaró sus últimos doce minutos como un duelo muy afilado y con todo por decidirse (76-77).

Miami siguió incorporando nombres a su grupal demostración de carácter y en el desenlace le llegó el turno a Vincent, explosivo con 8 puntos en un visto y no visto para abrir una pequeña brecha (87-93 con 7.03 para el final).

Entonces llegó el momento de héroe de Brunson.

Con una fantástica exhibición de recursos ofensivos, el base lideró la remontada de unos Knicks muy necesitados de que alguien diera un paso al frente.

Hartenstein se apuntó además a la épica haciéndose enorme en el rebote ofensivo.

Ante unos Heat que flaquearon por primera vez en toda la velada, Hart colocó de triple un +4 con solo 1.38 por jugarse y, pese a que tuvieron que sudar hasta el final con los tiros libres, los Knicks sellaron el triunfo.