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Con un tanto de Mohamed Salah el Liverpool ganó 1-0 al Brentford para sostenerse en su complicada pelea por terminar el curso en puestos de Liga de Campeones, en poder del City, el Arsenal, el Newcastle y el Manchester United, que marca la frontera del éxito con un punto de ventaja y dos partidos menos que el cuadro dirigido por Jürgen Klopp.

Salah acertó en la primera parte, la más aplicada del Liverpool, y selló una victoria muy trabajada de los 'reds'. Aprovechó un centro entre líneas de Fabinho medido a la cabeza de Virgil van Dijk, que cedió la pelota al delantero egipcio para dejarle en bandeja el único tanto del partido. Fue suficiente, aunque el Liverpool, en muchos tramos del encuentro, jugó con fuego.

Y es que el Brentford demostró ser un equipo de nivel. Por eso anda merodeando las posiciones europeas. Llegó a Anfield con 50 puntos, a cinco de la séptima plaza -aunque con dos partidos más que el Brighton- y no quería tirar la toalla. Con jugadores como Ivan Toney (20 tantos esta temporada en la Premier League), tenía armas suficientes para hacer mucho daño.

El Liverpool llevó el peso del duelo durante los primeros 45 minutos. Eso sí, sin generar mucho peligro en la portería defendida por David Raya aunque con mucha pegada con el acierto de Salah a los trece minutos. Fue casi la única ocasión de los hombres de Klopp, que sufrieron con un lanzamiento de falta de Toney que rozó el palo de la meta de Allison y con un gol anulado a Bryan Mbeumo por fuera de juego.

Después, en la segunda parte, el Liverpool cedió la pelota al Brentford y, aunque pudo sentenciar con un remate de Cody Gakpo, vivió en la incertidumbre hasta el final del encuentro. El delantero neerlandés, prácticamente debajo de la línea, mandó fuera la pelota con un rodillazo. Era más difícil fallar que acertar, pero Gakpo se empeñó en dejar con vida al Brentford.

Fue casi la única opción del Liverpool, que hasta los últimos diez minutos no volvió a gozar de otra opción en la que fue protagonista David Raya con un paradón espectacular a un cañonazo de Trent Alexander-Arnold. Su intervención permitió a su equipo mantener la inquietud en el público de Anfield, que al final respiró con el final de un encuentro que mantiene intactas las lejanas opciones del Liverpool de acabar la temporada en posiciones 'Champions'.