Con la fuerza de un transatlántico y con la tranquilidad y la calma de un samurái, Carlos Alcaraz irrumpe en la final de Wimbledon. Derrotó con solvencia al ruso Daniil Medvedev (6-3, 6-3 y 6-3) y sigue los pasos de Manolo Santana (1966) y Rafael Nadal (cinco finales consecutivas entre 2006 y 2011) como españoles que jugaron el partido definitivo en el All England Club.