Aprendió a vivir, a golear, el Real Madrid sin Jude Bellingham, reservado por su lesión de hombro por Carlo Ancelotti, que celebró la clasificación temprana para los octavos de final y el retorno de la pegada ante el Sporting de Braga (3-0), en una cita con reivindicación de Brahim que devolvió la confianza perdida en la definición a Vinícius y Rodrygo.