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Desatando su peor imagen de la temporada desde un planteamiento inicial erróneo, con dudas defensivas y una pérdida de identidad que le puso al borde de un ataque de nervios, el Real Madrid superó unos octavos de final de inferioridad ante el Leipzig, haciendo bueno su triunfo de Alemania con un empate tras el gol del alivio de Vinícius y salvado por el travesaño en el último suspiro.