La resurrección goleadora de Rodrygo Goes, referente desde el costado izquierdo de un Real Madrid sin Vinícius, enterró con un doblete de bella factura las esperanzas de los perseguidores del líder, que aumentaron presión con sus triunfos confiando en un Athletic Club que antes de la final de Copa del Rey se topó en el Bernabéu con una parada decisiva de Andriy Lunin.