Compartir:

Los 529 gramos de la de oro, los 525 de la de plata y los 455 de la de bronce no parecen ser un peso significativo para un deportista que gane una medalla en los Juegos Olímpicos de París, un premio que demanda sacrificios y, claro, millones de pesos para costear la preparación y tener oportunidades reales de subir al podio o de ganar un diploma olímpico.