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Por detrás en el marcador en un instante, en 23 segundos, con el gol más rápido de los 84 años de historia de la Eurocopa de Nedim Bajrami, la selección italiana reaccionó con una autoridad inesperada, remontó en un cuarto de hora y visibilizó la diferencia que aún le separa de Albania, a la que superó en cuanto se lo propuso con un cabezazo de Alesandro Bastoni y una volea de Nicolo Barella para terminar después agarrada en la última jugada a una parada salvadora de Donnarumma frente a Manaj.