Las miradas del mundo estarán este viernes en París, cuando comiencen a desfilar por el río Sena los barcos que transportarán a los deportistas olímpicos hasta los pies de la torre Eiffel, en una espectacular ceremonia de apertura que, por primera vez, no tendrá como escenario un estadio.
La Ciudad de la Luz mantiene en secreto la mayoría de detalles de la gran fiesta inaugural, que comenzará a las 19.30 horas (17.30 GMT) y se desarrollará a lo largo de los seis kilómetros que separan el puente de Austerlitz y el de Jena, justo entre los jardines del Trocadero y la torre Eiffel.
Como es tradicional, el desfile lo abrirá la delegación olímpica de Grecia -por ser la génesis del olimpismo- a un ritmo preciso de 9 kilómetros por hora para completar el recorrido en un tiempo de 42 minutos.
En total, cerca de 90 navíos transportarán a unos 8.500 deportistas (en París hay más de 10.000 aspirantes a medalla, pero no todos pueden asistir a la ceremonia), con lo que las embarcaciones no coincidirán exactamente con el número de naciones participantes (206) y muchos países tendrán que compartir cubierta.
Un gran dispositivo de seguridad con 45.000 agentes -diez mil más que los que estarán de servicio el resto de las jornadas olímpicas- acompañará la inauguración para evitar problemas, además de unos 10.000 militares y vigilantes privados.
De hecho, la seguridad para una ceremonia tan excepcional y con París en el máximo nivel de alerta terrorista desde los atentados de Hamás de octubre y la consiguiente represión sobre la franja de Gaza- ha sido una de las grandes preocupaciones de los meses previos y existía incluso un plan alternativo de llevar la ceremonia al Estadio de Francia en caso de amenaza grave.