La ciudad de Cúcuta se vistió de fiesta este martes para recibir como héroe al gimnasta Ángel Barajas, el joven de 17 años que el lunes se colgó la medalla de plata en la final de barra fija de los Juegos Olímpicos de París, un hito para el deporte de su país.
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Al aeropuerto Camilo Daza, de la capital del departamento de Norte de Santander, que tiene el principal cruce fronterizo con Venezuela, llegaron cientos de personas con pitos, banderas y pancartas con el rojo y negro que caracteriza a esta urbe para darle la bienvenida al gimnasta.
'Estoy emocionado por este recibimiento, no tengo palabras, estoy feliz. Gracias a todos por el apoyo', dijo Barajas desde un carro de bomberos en el que recorrió las principales calles de su ciudad natal, que vivió una jornada de música, baile y gritos de júbilo.
El deportista, que llevaba una camiseta con su imagen y con el mensaje 'los sueños se cumplen', mostró a la multitud su medalla, lanzó espuma y celebró con las personas que lo acompañaron en el recorrido, que ocurre apenas un día después de lograr la gloria en la capital francesa.
'Estamos orgullosos de que un niño con su dedicación y esfuerzo nos haya dado esta medalla. Es un ejemplo para todos', dijo a EFE Jenny Perez, una cucuteña que participó de la celebración.
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El recorrido de Barajas, que estuvo acompañado por su familia; su entrenador, Jairo Ruiz; y su amigo Jossimar Calvo, quien participó en la gimnasia de los Olímpicos de Río 2016, entre otros, culminó en el teatro Las Cascadas del Malecón.
En el recinto, la Alcaldía de Cúcuta y la Gobernación de Norte de Santander le rindieron homenaje.
