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La ansiedad que respiraba un Real Madrid en fase de crecimiento, repitiendo momentos de duda en el camino al triunfo ante el Real Betis, y la que comenzaba a expresar Kylian Mbappé en cada ocasión perdonada, la calmó el francés con sus primeros goles en el Santiago Bernabéu para una liberación conjunta en una reacción obligada ante la firmeza del Barcelona.