Con el dorsal 77 y la legendaria camiseta de púrpura y oro, Luka Doncic debutó este lunes como jugador de los Lakers, en medio de una extraordinaria expectación en la NBA, y descorchó lo que se espera sea una nueva y brillante era en la franquicia angelina.
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El base arrancó su etapa en el equipo donde formará una dupla fascinante con LeBron James con una paliza por 132-113 frente a los Utah Jazz.
Doncic logró 14 puntos (5 de 14 en tiros de campo incluyendo un 1 de 7 en triples), 5 rebotes y 4 asistencias en 23 minutos y 33 segundos. Este era el primer partido de Doncic desde la lesión en los gemelos que sufrió el Día de Navidad.
Todo son excelentes noticias estos días en los Lakers (32-19), que además de haber incorporado a un talento generacional como el esloveno acumulan un excelente 12-2 en sus últimos 14 encuentros con seis triunfos seguidos.
LeBron aportó 24 puntos (10 de 17), 7 rebotes y 8 asistencias en 29 minutos.
El final de un terremoto en la NBA
Hace solo nueve días resultaba absolutamente quimérico imaginar a Doncic fuera de los Dallas Mavericks, que alcanzaron las Finales de la NBA en 2024 con el balcánico al timón.
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Pero la NBA vivió un espectacular seísmo en la noche del 1 al 2 de febrero con el increíble traspaso, forjado a oscuras y sin que se filtrara ningún rumor, que acabó con Doncic en los Lakers y con Anthony Davis en los Mavericks.
Desde entonces fueron días de muchas preguntas y pocas respuestas, de justificaciones de los Mavericks que no convencieron a muchos de sus fans y también de desgaste para un Doncic que de repente tuvo que hacer las maletas y abandonar Dallas, donde pensaba que pasaría toda su carrera.
Pero su nuevo destino era nada menos que los Lakers: la franquicia más glamurosa de la NBA, la segunda con más títulos (17 frente a 18 de los Boston Celtics) y la que más estrellas ha tenido en sus filas.
‘Magic’ Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Kobe Bryant, Jerry West, Wilt Chamberlain, Shaquille O’Neal, el español Pau Gasol... A todos esos mitos aspira ahora a unirse un Doncic que será el encargado de comandar a los Lakers cuando LeBron -si de verdad no es eterno- decida retirarse.
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Con aroma de día grande en el estadio Crypto.com Arena (incluso un icono de los Mavericks y amigo de Doncic como Dirk Nowitzki acudió en persona), todas las miradas estaban puestas en el estreno de Doncic, tanto que cada uno de los espectadores se llevó de regalo una camiseta del 77.
Los aficionados le recibieron con una enorme ovación y salió como titular junto a LeBron, Austin Reaves, Rui Hachimura y Jaxson Hayes.
Su primera asistencia fue un ‘alley-oop’ para el mate de Hayes. También su primera canasta llegó con marca de la casa: un triple con paso atrás.
Cogiendo ritmo poco a poco tras mes y medio de parón, Doncic no tardó en sacar su inconfundible sonrisa a pasear como cuando le robó la cartera a toda la defensa de los Jazz para una canasta sencillísima.
Cerró su primer tramo con siete minutos en el primer cuarto con 5 puntos y una asistencia. Cuando regresó en el segundo cuarto a 7.44 para el descanso, los Lakers ya ganaban por un rotundo 49-31.
Doncic jugó unos minutos sin LeBron y dejó destellos de magia atrayendo a la defensa para dejar solo en el triple a Hachimura o regalando un ‘fade away’ al poste frente a un maestro de ese arte como Nowitzki.
Con ‘King James’ de vuelta en la cancha, Doncic encontró su primera conexión con el 23 con una asistencia de lado a lado de la cancha para la canasta de LeBron.
Los Lakers ya aplastaban a los Jazz al intermedio con un 72-47 al intermedio con 11 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias de Doncic.
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Penúltimos del Oeste y con solo 2-11 en sus últimos 13 encuentros, los endebles Jazz (12-40) eran el rival ideal para un estreno apacible de Doncic, que en la reanudación firmó otro ‘alley-oop’ para Hayes en una conexión que debería ser habitual y sacó un dos más uno. Más le costó hallar el acierto en el triple, donde no llegó a afinar la puntería en toda la noche.
El margen superó el +30 en el tercer cuarto y el duelo perdió tensión con la victoria asegurada para los Lakers. Con 100-75 se llegó al último periodo y Doncic ya no regresó a la pista.
Pero la noche en Los Ángeles fue redonda y quizá el mejor resumen de la ilusión que reina en los Lakers lo ofreció LeBron cuando se dirigió a Doncic en el corrillo antes de empezar el partido y le dijo: “Luka, sé jodidamente tú mismo”.