Barcelona. El exfutbolista holandés Johan Cruyff ha fallecido hoy en Barcelona a los 68 años tras meses de lucha contra el cáncer, según ha confirmado su familia en su cuenta oficial de Twitter.
'El día 24 de marzo de 2016 Johan Cruyff (68) ha fallecido en Barcelona, rodeado de su familia después de una dura lucha contra el cáncer. Os pedimos con gran tristeza que se respete la privacidad de la familia durante su tiempo de duelo', señala la nota colgada en la cuenta oficial de Twitter del mítico delantero holandés.
Nacido en Amsterdam el 25 de abril de 1947, Cruyff revolucionó el fútbol moderno primero como futbolista, especialmente en la selección holandesa y en los dos clubes que marcaron su vida, el Ajax y el FC Barcelona, y posteriormente como entrenador, donde creó escuela con su estilo de corte ofensivo.
Johan Cruyff anunció hace unos meses que padecía cáncer de pulmón y durante el tratamiento llegó a bromear con que le estaba ganando el pulso, pero en los últimos días su salud empeoró considerablemente hasta que después de un viaje a Oriente Medio empezó a sentirse mal.
El holandés más famoso del planeta futbolístico ha sido el gran emblema del FC Barcelona, en su historia más reciente, primero cuando recaló en 1973 como futbolista, y especialmente después cuando durante la presidencia de Josep Lluís Núñez fichó como entrenador.
La suya fue una llegada que acarrearía el surgimiento del mejor Barça de la historia, bajo su mandato y después con las mejoras que tanto Frank Rijkaard y, especialmente, Josep Guardiola, dieron a la idea implantada por Cruyff a finales de los ochenta.
A pesar de lo grandioso que su legado fue para al conjunto azulgrana, Cruyff ha sido siempre una figura que ha tenido tantos detractores como seguidores en el club catalán, y sobre todo cuando fue despedido en 1996.
Fue a partir de entonces cuando Cruyff se desvinculó de los banquillos, aunque dirigió en algunos partidos a la selección catalana, y estuvo vinculado a colectivos que intentaron asaltar la presidencia azulgrana, como el que lideró Joan Laporta.
Laporta acabó a la postre siendo presidente y en su último año de mandato lo nombró presidente de honor, un cargo del que el holandés decidió después desvincularse con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia del club.
Uno de sus alumnos más avanzados, Josep Guardiola, volvió a catapultar la idea futbolista del cruyffismo cuando en el 2009 Laporta le entregó la dirección del Barcelona, en realidad porque el holandés apostó por él ante la idea que existía en parte de aquella junta por contratar a Jose Mourinho, y el equipo azulgrana vivió la mejor época futbolística de su historia hasta ese momento.
Con el adiós de Johan Cruyff se va un personaje controvertido en el barcelonismo, y también en Holanda, pues son notables los pulsos mantenidos en el Ajax y en la federación neerlandesa.
No obstante, pocos en el Barça le discuten que, con su apuesta futbolística atrevida, el equipo catalán ha dado desde hace unos decenios un salto de calidad que le ha llevado a ser un punto de referencia en el mundo e incrementar los trofeos en las vitrinas de su ya poblado museo en el Camp Nou.