El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se desplomó este lunes un 5,67 % hasta los 20,29 dólares el barril, arrastrado una vez más por las graves caídas de la demanda de combustible a raíz de la crisis del COVID-19.
A las 09.15 hora local (13.15 GMT) el barril cotizaba así por debajo de los 21 dólares tras restar 1,22 dólares respecto a la sesión previa del viernes
Los precios del petróleo texano, que durante la apertura llegó a estar por debajo de la barrera de los 20 dólares, volvían a caer golpeados de nuevo por la baja demanda como consecuencia de la crisis del COVID-19 y la reducción drástica de los desplazamientos por las medidas obligatorias de confinamiento y de distanciamiento social que se están llevando a cabo en buena parte del mundo.
En este contexto, al que hay que sumarle la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, los inversores señalan que ambas potencias deberían sentarse y dar estabilidad a los mercados de crudo, aunque muchos consideran que 'ya es tarde' y que las consecuencias de una demanda tan baja ni siquiera podrían paliarse con un nuevo acuerdo en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y su principal socio.
Por lo pronto, Arabia Saudí no tiene ninguna intención de acercar posturas con Rusia para estabilizar los precios del 'oro negro' a pesar de las presiones de Washington, que en lo que va de año ha visto cómo el precio de su petróleo de referencia, el WTI, ha caído más de un 60 %.
Según los expertos, el precio del petróleo está ya en una franja tan baja que ni siquiera resulta rentable para que muchas empresas petroleras permanezcan activas, por lo que es probable que los productores con los mayores costos cierren su producción, especialmente después de llegar al tope de sus capacidades de almacenamiento.
Para algunos expertos, las cadenas de suministros 'están rotas' por la enorme caída en la demanda que se estima de entre 15 y 20 millones de barriles por día con respecto a los datos del año pasado.