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El presidente de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU., Jerome Powell, considera que la recuperación de la crisis por el COVID-19 requerirá tiempo y quizá nuevas medidas extraordinarias de reactivación de la economía, pero descartó el uso de tipos de interés negativos, como piden en algunos sectores, incluido el presidente estadounidense, Donald Trump.

'La posición de la Fed sobre los tipos de interés negativos no ha cambiado. No es algo que la Fed está contemplando', subrayó Powell en respuesta a los crecientes llamados a tomar esta medida extraordinaria, incluidos los del presidente Trump, en una conferencia en el centro de estudios Peterson Institute for International Economics, en Washington.

Reconoció, no obstante, que hay 'algunos seguidores' que apoyan esta medida no convencional de política monetaria que en la práctica significa cobrar por los depósitos bancarios con el objetivo de estimular el gasto y la inversión para respaldar la actividad económica.

Entre ellos está el presidente Trump, quien indicó en un tuit su posición favorable a ello.

'Mientras otros países están recibiendo los beneficios de los tipos de interés negativos, EE.UU. debería también aceptar el Regaki. ¡Grandes cifras!', dijo el mandatario, que ha sido muy crítico con la gestión del banco central estadounidense, en referencia a bancos centrales como el de Japón o el europeo BCE que sí la han aplicado.

La Fed ha insistido desde hace tiempo en que no ve efectividad para EE.UU. en el uso de esta herramienta monetaria, pero en las últimas semanas han aumentado las voces a favor ante la crisis desatada por el virus.

'No creo que Powell pueda haber sido más claro, pero los participantes del mercado parecen no querer asumir un no por respuesta, así que no soy optimista de que el mensaje vaya a ser absorbido esta vez tampoco', explicó Stephen Stanley, economista jefe de Amherst Pierpont Securities, en una nota a clientes.

Hasta la fecha, el Congreso de EEUU ha proporcionado aproximadamente $ 2.9 trillones en apoyo fiscal para hogares, empresas, proveedores de servicios de salud y gobiernos estatales y locales, alrededor del 14% del producto interno bruto. 'Si bien el shock económico del coronavirus parece ser el más grande registrado, la respuesta fiscal también ha sido la respuesta más rápida y más grande para cualquier recesión de la posguerra. En la Fed, también hemos actuado con una velocidad y fuerza sin precedentes. Después de reducir rápidamente la tasa de fondos federales a casi cero, tomamos una amplia gama de medidas adicionales para facilitar el flujo de crédito en la economía, que se pueden agrupar en cuatro áreas', dijo Powell.