La declaración en bancarrota de la aerolínea chileno-brasileña Latam, la más grande de Latinoamérica, por la drástica caída de la actividad por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, pone al Gobierno de Chile ante el difícil dilema de ayudar a la que es una de sus empresas insignes y más estratégicas.
El Ministerio de Hacienda, en un comunicado redactado en la madrugada, apenas unas horas después del anuncio de la aerolínea, indicó que 'el Gobierno evaluará la conveniencia y oportunidad para contribuir al éxito del proceso de reorganización de Latam'.
Nacida de la fusión entre la chilena LAN y la brasileña TAM en 2012, la compañía se acogió este martes al Capítulo 11 de la Ley de quiebras de Estados Unidos, que permite a una empresa que no está en condiciones de pagar sus deudas reestructurarse sin la presión de los acreedores.
'Hemos implementado una serie de medidas difíciles para mitigar el impacto de esta disrupción sin precedentes a nivel de toda la industria. Pero, al final de cuentas, este camino representa la mejor opción para sentar las bases correctas para el futuro de nuestro grupo', dijo el CEO de Latam, Roberto Alvo.
La decisión incluye tanto a la matriz -que cotiza en la Bolsa de Nueva York y en la de Santiago de Chile-, como a sus filiales en Chile, Perú, Colombia, Ecuador y EE.UU., y no tendrá un impacto inmediato en los vuelos de pasajeros o de carga, según aclaró el grupo en un comunicado, en el que también confirmó que negocia apoyo financiero con los Gobiernos de Chile, Brasil, Colombia y Perú.
Antes de la emergencia sanitaria, Latam volaba a 145 destinos en 26 países y ofrecía 1.400 vuelos diarios, pero desde comienzos de abril tiene suspendidas el 95 % de sus operaciones de pasajeros debido al cierre de fronteras en distintos países y a la menor demanda.
'Empresa estratégica para Chile'
El ministerio chileno aseguró que Latam 'es una empresa estratégica para Chile' porque genera 10.000 empleos directos y 200.000 indirectos, a través de una extensa red de más de 2.000 proveedores, muchos de ellos pymes.
La aerolínea, apuntó el comunicado, presta además un servicio fundamental en importantes sectores de la economía chilena, como las exportaciones agropecuarias, el turismo y la minería.
'Siendo la conectividad aérea parte fundamental de la integración humana y logística de nuestro país, y atendido el rol central que Latam juega a este respecto, el gobierno espera que una reorganización de la compañía permita la continuidad operacional de la empresa', agregó.
Es la primera vez que el Gobierno chileno se abre a la posibilidad de ayudar a la compañía. A mediados del pasado marzo, el presidente Sebastián Piñera descartó cualquier asistencia y dijo que su prioridad no eran las grandes empresas.
'La prioridad de nuestro gobierno son las personas, los empleos, los salarios y también las pymes', dijo el mandatario, un multimillonario empresario con intereses en distintos sectores y uno de los principales accionistas de la aerolínea hasta 2010, cuando inició el primero de sus dos mandatos.
Latam también informó este martes que cuenta con 1.300 millones de dólares en caja para hacer frente a la situación y que sus principales accionistas -Qatar Airway y las familias Cueto y Amaro, antiguas dueñas de LAN y TAM, respectivamente-, inyectarán 900 millones de dólares para hacerse con parte de la deuda.
La declaración en bancarraota de Latam se suma a la anunciada hace dos semanas por Avianca, la segunda aerolínea más importante de Latinoamérica y la segunda más antigua del mundo.
La pandemia del coronavirus, que ya ha infectado a más de 5 millones de personas en el mundo y ocasionado más de 346.000 muertos, ha sumido a la industria aérea en la peor crisis de su historia y ya son varios los países que han anunciado multimillonarias ayudas a sus aerolíneas insignia, como Lufthansa o Air France.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que reúne a cerca de 300 aerolíneas mundiales, calcula que las firmas latinoamericanas perderán 15.000 millones de dólares en ingresos en 2020