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El alza en el precio de la carne de res es un tema que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los hogares, pues comprar este producto representa un fuerte golpe a la economía familiar.

La polémica sobre el precio de este producto ha crecido porque el sector ganadero indicó que pese a que baja el precio del ganado con los productores, el valor final de la carne de res ha venido en tendencia ascendente.

De acuerdo con el Dane, la variación anual a julio del precio de la carne de res fue de 27,15 %, es decir que los precios han subido en promedio en este porcentaje en el país.

Según la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan), entre enero y la primera semana de agosto de este año el precio del kilo del novillo gordo en pie cayó 12,5 %. En ese mismo periodo, el valor de la carne de res se incrementó 3,9 %.

El sector ganadero manifestó su alto grado de preocupación ante el comportamiento del precio de la carne de res en la economía nacional y solicitó a las grandes superficies disminuir el precio de la misma.

Consideran que este factor debe regirse por las leyes de la economía de la libre oferta y la demanda, pero que las variaciones no se transmiten como es debido a través de toda la cadena, por tanto el sector ganadero solicitó la intervención de las autoridades, en especial de la Superintendencia de Industria y Comercio y alcaldías (secretarías de Gobierno y directores de Justicia), para esclarecer esta situación.

'Para el sector ganadero es de suma trascendencia que las autoridades le dediquen sus esfuerzos a evaluar la cadena de valor de la carne de res y determinar en qué momento o, concretamente, quién la distorsiona', indicó Daniel Salamanca, director ejecutivo del Comité de Ganaderos de Yopal, Casanare.

Entre tanto, Filippo Rapaioli, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Simmental (Asosimmental), manifestó que es importante 'concientizar a las amas de casa y los consumidores para que dejen de pensar que el alto precio de la carne es culpa de los ganaderos y que lo hacen porque quieren vender caro'.

Para Óscar Daza, líder gremial y frecuente interlocutor en la zona del Cesar, el aumento del precio de la carne al consumidor final no está respondiendo a la oferta y la demanda del mercado.

'Al productor se le bajó el precio del ganado en un 18 % aproximadamente, y esa reducción no se refleja en el precio final. El diferencial se lo están ganando indebidamente algunos actores de la cadena cárnica que no responden a la baja del precio al ganadero', dijo Daza.

Pablo Londoño, presidente del Comité de Ganaderos de La Dorada, Caldas, dijo que 'con el precio actual que nos pagan a los ganaderos, la carne para el consumidor debería haber bajado lo que estimularía el consumo interno de carne de res'.

Entre tanto, Fabián Cruz, experto en mercadeo y producción animal de la Universidad Antonio Nariño, reiteró que el Gobierno debe velar por procurar una sostenibilidad que potencialice el sector y permita un beneficio gana-gana para productores y consumidores.

Insumos no ceden. El sector ganadero resaltó que su poder adquisitivo se ha reducido de manera permanente como consecuencia de los acontecimientos y vaivenes de la economía internacional e incluso nacional.

'El productor termina poniéndose en cintura, ve que se le reduce el ingreso y la utilidad, y lo justo es que eso tiene que transmitirse a toda la cadena', dijo Filippo Rapaioli.

En ese sentido, indicó que la Superintendencia de Industria y Comercio debe investigar una posible especulación con los precios de la carne.