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El crédito es una de las herramientas que ayuda a la mayoría de las personas en sus propósitos de vida, como pagar a plazos la compra de bienes cotidianos, desde electrodomésticos hasta vivienda, carro, viajes, costo de proyectos a largo plazo, la educación o un patrimonio propio.

Sin embargo, las tasas de interés con las que se realizan los diferentes tipos de créditos han venido subiendo en los últimos meses como resultado de la política monetaria del Banco de la República para frenar la elevada inflación.

Las mayores alzas se han presentado en tarjetas de crédito o préstamos de libre inversión por la subida de la tasa de usura, que en septiembre será de un 35,25 %, la más alta desde 2007.

La usura es el límite de interés máximo que una entidad financiera o agentes de la economía podrán cobrar a sus clientes por un crédito de consumo y ordinario, como las tarjetas de crédito, es decir que se siente un mayor impacto en el uso de estos plásticos y de los créditos de libre inversión.