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Está el que busca y no encuentra empleo. Está el que se cansó de buscarlo. También está el que le cuesta sostener un trabajo por la baja productividad. Está el que se endeuda para no solo sostener su empleo, sino para equlibrar cargas económicas tanto para él y su familia.

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Está el que dejó de emplear porque no tiene como pagarles a sus trabajadores, y también está el que cierra su negocio ante las pérdidas constantes en materia económica.

La realidad es que cada vez es más difícil conseguir empleo, pero también es más difícil sostenerlo, tanto para el que logra obtenerlo como para el empleador.

Y es que la desaceleración económica, la falta de oportunidades, la baja productividad, la inflación y otros puntos hacen que la palabra empleo signifique en estos tiempos un desafío enorme por afrontar para cada persona.

Para Boris Ortega, un comerciante informal que tiene su local de ropa deportiva en el centro de Barranquilla, lo que le queda es tener fe. Así como lo lee, solo eso, ya que el panorama lo ve complejo, al menos en sus ventas.

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'Hay veces en que me va bien, pero otras en donde me va mal y tengo que ver cómo hago. No es fácil predecir cómo será un día, pero lo que puedo decir es que la situación ha estado complicada para todos', expresó Ortega en diálogo con EL HERALDO.

Por su parte, Luis Fernando Pérez, un comerciante informal dedicado a la venta de zapatos para damas, caballeros y niños en el centro de la capital del Atlántico, admitió que sus ventas no han sido las mejores este año, ya que en solo tres meses no ha visto una mejora, por el contrario, sus ventas han decrecido en más del 20 %.

La situación, dice Luis Pérez, es tan compleja, que ha tenido incluso que prescindir de los servicios de varios empleados que le ayudaban con la venta, puesto que actualmente no tiene como pagarles.

'La única persona que me está ayudando en el negocio es mi esposa, ya que lastimosamente tuve que decirles a los que me ayudaban en el negocio que no podía pagarles más, que se consiguieran otro lugar para trabajar. Es un panorama complejo, y no es fácil, y a eso se le añade que todo está costoso', sostuvo el comerciante.

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A su vez, Miller Peña, otro comerciante del centro de Barranquilla que tiene su negocio de accesorios para celulares, manifestó que cuenta con la motivación para seguir adelante, en eso se destaca que es técnico del Sena, y por ende quiere aumentar sus conocimientos para llenar de ideas su negocio, pero de igual manera aseguró que no ha sido sencillo mantenerlo, porque sus ventas no mejoran, y aunque tiene la esperanza de que todo cambiará para bien la realidad es otra.

'Yo vivo del día a día, la realidad con eso es que sostengo a mi familia, pero no te voy a negar, no ha sido fácil, únicamente hago para sustentar lo básico que es la comida. Recientemente tuve que decirle a alguien que trabajaba conmigo que no siguiera viniendo porque las ventas han estado bajas. Es una realidad que se siente; sin embargo, no perdemos la esperanza, al menos veo más movimiento en este año que el que hubo en 2023, ese si te puedo decir que fue pésimo', aseguró el comerciante.

Pero, detrás de esto, hay algo en lo que los tres comerciantes coincidieron, y es que han tenido que endeudarse o, como ellos dicen, 'enculebrarse' para poder sostener tanto su negocio como el bolsillo.

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Ortega, Pérez y Peña confesaron que la salida más fácil ha sido el préstamo del ‘gota a gota’, ya que sus ventas y productividad no han sido las mejores, por lo que han visto en esta opción una forma para solventar, resolver y solucionar la coyuntura, aunque indican que quieren salirse de ese método.

'Espero que el 2024 traiga muchas bendiciones para nosotros. No será fácil, pero esperemos que todo cambie', manifestó Miller Peña.

De acuerdo con Joaquín Cervantes, presidente de Asovendedores, las ventas del comercio informal de Barranquilla en el primer trimestre bajaron un 22 %.

'El descenso es alto y se puede observar en las diferentes calles cómo vemos puestos de ventas e inclusive almacenes con un buen surtido, pero sin compradores. En el caso de los vendedores hemos visto y recibido información que hay días y semanas que se van para sus casas sin vender nada o, como lo decimos nosotros, ‘sin bajar bandera’. Muchas veces no se produce para almorzar, para recargar energías y seguir la jornada de trabajo, cosa que nos llena de mucha tristeza. Esta situación es una gran alerta para nosotros porque la situación de pobreza y de miseria podría aumentar y no queremos que nuestro gremio siga atravesando esta muy difícil situación', dijo Joaquín Cervantes a este medio.

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En la industria

No ha sido fácil tampoco para la industria. Este es el caso de Rosendo Pacheco, dueño de una pequeña empresa dedicada a la fabricación de mesones a base de mármol sintético. El manifestó que no le queda nada de utilidades porque los insumos están cada vez más costosos, y en los negocios la gente no quiere pagar lo que vale cada trabajo.

“Lo que hace cuatro años me gastaba en un kilo de resina, ponle tú en $9 mil, ahora me gasto $20 mil. Todo ha subido y la gente no quiere pagar lo que cuesta realmente el producto. Con decirte que he tenido trabajadores a mi servicio que ellos mismos han dado un paso al costado porque no hay rendimiento de dinero, y no es fácil, es una situación complicada el tener empleo, pero no poder sacarle el verdadero provecho al empleo”, sostuvo el hombre barranquillero.

No encuentran trabajo

Nicolás Ortega, un barranquillero de 28 años que es profesional en Negocios y Finanzas Internacionales con un alto nivel de inglés, manifestó que le es difícil conseguir una oportunidad de trabajo y así poder ayudar a su familia.

“Desde la época de pandemia hasta la fecha he enviado hasta 70 hojas de vida no solamente para empleos en Barranquilla y Atlántico, sino también a nivel nacional y hasta internacional, y creo que el principal problema es que muchas empresas piden demasiada experiencia, la mínima oscila en cinco años, y de esas 70 hojas de vida que he enviado si me han llamado de cinco o seis ha sido mucho”, dijo Ortega.

Los que se cansaron

Así es. En este grupo están los que desistieron de buscar empleo por la sencilla razón que no encuentran. Gloria Peña, contadora de profesión, sostuvo que desde hace un año dejó de buscar trabajo, y debido a ello se dedicó plenamente al hogar.

“Yo tengo una niña de siete años, y aunque el papá de ella responde económicamente, yo quise dedicarme de lleno a ella, y la razón es que dejé de buscar trabajo, nada me salía, y pues uno se desmotiva”, señaló.

¿Y cómo está el empleo?

Se sabe que cada vez es más difícil conseguir empleo, no solamente a nivel local, sino también a nivel nacional. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de desempleo para el trimestre de diciembre de 2023 a febrero de 2024 en Barranquilla y Soledad fue de 10,4 %. Esto representó un descenso de 2,3 puntos porcentuales si se compara con el mismo periodo del año pasado cuando fue de 12,7 %.

Sin embargo, el problema radica realmente es en el número de personas que dejó de pertenecer al mercado laboral o que nunca estuvo en dicho mercado laboral para pasar a la inactividad. En este mismo periodo analizado, el número de inactivos en Barranquilla y Soledad pasó de 519 mil a 583 mil, aumentando en 64 mil personas la inactividad.

Sobre este tema, Oriana Álvarez Vos, directora ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo del Caribe (Fundesarrollo), enfatizó que en cuanto al mercado laboral es clave seguir trabajando en la generación de empleo, motivando a las empresas a vincular población vulnerable como los jóvenes y las mujeres, considerando los retos que estos enfrentan relacionados con el desarrollo de otro tipo de actividades, como la educación y los oficios del hogar.

“Una de las principales dificultades o barreras de entrada al mercado laboral están en la falta de experiencia previa, lo cual resulta complejo, dado que si no se logra enganchar en el mercado es difícil adquirir experiencia”, precisó Oriana Álvarez, quien destacó además que se debe trabajar en la competitividad, en especial, para mejorar la calidad del talento humano.

Efraín Cepeda Tarud, presidente del Comité Intergremial del Atlántico, manifestó que con la ayuda del Gobierno hay que fomentar aún más el fortalecimiento del tejido empresarial para crear nuevos empleos formales y en línea con las nuevas dinámicas de la economía.

Con este panorama de desaceleración, conseguir empleo es un verdadero reto, y más para los 102 mil desempleados que hay en Barranquilla y Soledad, según datos del Dane.

Hay 2,9 millones de desempleados en Colombia

El Dane reveló que en febrero había 2,9 millones de personas desempleadas en el país, es decir, 123 mil más que en el mismo mes del año pasado, una cifra preocupante, ya que la desaceleración económica ya toca fuertemente al empleo que venía en una senda de recuperación el año pasado. Por su parte, en ese mismo mes había 22,4 millones de personas que se encontraban vinculadas al mercado laboral entre empleos formales e informales.

“El aumento del desempleo mantiene la alerta sobre el desafío de crecimiento que tiene el país. No es momento de ahorrar esfuerzos para trabajar en reactivación en los sectores generadores de empleo como comercio y reparación de vehículos, servicios profesionales y de construcción, en donde hubo la mayor pérdida de puestos de trabajo”, manifestó María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia.

En ese sentido, agregó que es indispensable recuperar los ingresos de los hogares a través de la creación de nuevos puestos de trabajo formal.