El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos, que cumple doce años desde su entrada en vigor, ha sido un canal que ha permitido que no solo el sector agrícola se haya beneficiado del mismo y haya mostrado una diversificación en sus años de existencia, sino que ha logrado que productos manufactureros, en su mayoría industriales hayan adquirido mayor importancia en el mercado de Estados Unidos.