¿Tenemos un peso débil o fuerte? Esta pregunta, de acuerdo con el comportamiento de la inflación, tasas de interés y el impacto del dólar, así como el crecimiento, la hizo el centro de estudios económicos Anif en un análisis detenido.
Un primer elemento de juicio es el comportamiento del peso colombiano frente a monedas similares. “Nuestro análisis sugiere que el divorcio observado entre finales de 2022 y comienzos de 2023 entre la moneda colombiana y las de otros países de la región llegó a su fin. Ya el peso no se ve débil frente a otras monedas de América Latina”.
En ese sentido, señalan que un ejercicio sobre el nivel de tasa de cambio real de equilibrio sugiere que “el peso colombiano se encuentra en este momento 6% sobrevalorado”.
“Nuestros cálculos sugieren que la tasa de cambio nominal debería estar en niveles cercanos a los $4.263 por dólar”, manifestó el centro de estudios económicos.
Recordaron que el peso colombiano ha tenido en los últimos años grandes fluctuaciones. Con la llegada de la pandemia, la tasa de cambio pasó de los $3.500 por dólar a niveles promedio de $3.800 durante el segundo trimestre de 2020.
Añaden que pasado el periodo de mayor incertidumbre asociado al covid-19, la moneda tuvo algo de respiro, en la antesala de una súbita devaluación asociada al proceso electoral y el inicio del actual gobierno, alcanzado una TRM (Tasa Representativa del Mercado) máxima de $5.061 por dólar a comienzos de noviembre de 2022. Desde entonces, y para sorpresa de algunos, el peso colombiano ha venido en un proceso gradual, pero consistente de apreciación, alcanzando una TRM mínima de $3.763 el 10 de abril de este año.
“Este comportamiento sugiere una recuperación en la fortaleza de la moneda. Un análisis comparativo con monedas similares de la región muestra que la reciente brecha de devaluación se ha cerrado, posicionando al peso colombiano en niveles similares a los de otros países vecinos”, señaló Anif.
Frente a ello, el profesor de Hacienda Publica de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho, manifestó que la economía colombiana en comparación con algunos países de Latinoamérica, particularmente Perú, Brasil, México o Chile sí tiene una zona de devaluación del peso un poco más alta.
“Sin embargo, está dentro de los rangos aparentemente permitidos, ya que la lucha contra la inflación y el revestimiento de la tasa de interés ha tenido bastante dinámica este año, porque en ambos casos la tasa de inflación está buscando su punto de equilibrio, su tope, que debe ser el 3 % y lo va a lograr en el año 2025″, dijo Amorocho.
Añade que a finales de este año, se espera llegar a un 5,5 %, pero en cuanto a la tasa de cambio vamos a estar cerca de una devaluación entre el 6,5 % y 7 % a finales de diciembre.