Contundente. Así fue Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en su discurso de apertura en el marco del Congreso de Comerciantes de la agremiación en Barranquilla al referirse sobre la coyuntura económica del país.
El dirigente gremial expresó en su intervención que la economía del país está pasando por su peor momento desde la etapa de la pandemia ocasionada por la covid-19, y afirmó que esto ya ha incrementado la incertidumbre y el desempleo.
A su vez, Cabal recordó el análisis del crecimiento económico de estos dos años de Gobierno, y señaló que la desaceleración económica ha impactado fuertemente a las empresas colombianas.
“Es bueno sustentar por qué venimos en un proceso de desaceleración económica en estos 2 años, recordemos que después de la pandemia en el 2021, el crecimiento fue del 10,8 % y en el 2022 del 7,3 %. En el 2023, año y medio después de iniciar este Gobierno, caímos a un estancamiento de casi no crecer, apenas el 0,6 %. Este año el ritmo sigue siendo lento, con un 0,7 % en el primer trimestre y un 2,1 en el segundo”, señaló Cabal.
En ese sentido, recalcó que no se puede hablar aún de reactivación, cuando sectores productivos tan importantes como el comercio, la industria y la construcción están en balance negativo y el comportamiento de la inversión es extremadamente preocupante por su pronunciada caída, dado que la inversión afecta el crecimiento futuro de la economía.
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“La inversión se mide con el Indicador de Formación Bruta de Capital, el cual en el 2023 cerró con una caída de 9,2 %, lo que condujo a que la tasa de inversión en el PIB fuera apenas del 17,7 %, la más baja registrada en 18 años. En el 2024 la inversión continuó su caída y en el primer semestre registró un decrecimiento del -4,2 %. Esta tendencia tan negativa en el comportamiento de la inversión, lo que señala es la profundización de la desconfianza del empresariado en un gobierno que cada día que amanece da más señales de no tener, ni querer un rumbo positivo para el país”, dijo Cabal.
Agregó que la incertidumbre política también repercute en los índices de inversión extranjera, la cual en el presente año, cayó a su nivel más bajo desde la pandemia, registrando un -28,6 % anual en el primer semestre. Según el Banco de la República, en agosto volvió a caer 22 %, alcanzando 5 meses consecutivos en esta dirección.
Entre tanto, el dirigente gremial resaltó que el incremento de las tasas de interés del Banco de la República para combatir la inflación desestimuló el consumo, por la inmediata subida de los intereses, especialmente, el de las tarjetas de crédito, que llegaron a estar por encima del 40 %. Sin embargo, dijo que afortunadamente ya disminuyeron significativamente a promedios de 27 %, pero actualmente hay cerca de 2 millones de tarjetas de crédito menos, que hace dos años.
Jaime Alberto Cabal precisó que como consecuencia de la desaceleración de la economía y especialmente el mal comportamiento del comercio, la industria y la construcción, se comienza a evidenciar consecuencias negativas en el comportamiento del mercado laboral del país.
El informe presentado por el Dane para el mes de julio de este año, muestra un aumento en la tasa de desempleo al pasar de 9,6 % de julio del 2023 al 9,9 %; registrando un aumento de 101.000 nuevos desempleados, cifra que sugiere que la economía no está generando nuevos empleos y más bien se están destruyendo.
“Al descomponer por sectores, vemos una pérdida de 118.000 empleos en la construcción, mientras que en el cluster del comercio, conformado por los subsectores de comercio y reparación de vehículos, alojamiento y servicios de comida, transporte y almacenamiento, la pérdida de puestos de trabajo alcanzó los 198.000. Mientras tanto, sobresale como sector que incrementa la creación de puestos de trabajo, el sector público en 164.000, es decir, empleos improductivos por cuenta del derroche de mayor burocracia del Estado”, manifestó.
Además, concluyó: “Estamos convencidos que si prosperan y se aprueban en el Congreso, la nefasta reforma laboral y la innecesaria y peligrosa nueva reforma tributaria, sería el puntillazo final a esta maltrecha economía colombiana. Congresistas, sean responsables, en sus manos está el destino de miles y miles de empresas y el empleo de los colombianos”.