Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas, habló con EL HERALDO sobre el inminente déficit de gas natural que afrontará Colombia a partir de 2025, señalando que ya se viene importando este energético con el fin de abastecer al país ante una eventual y posible sequía.
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El directivo explicó, entre otras cosas, que la declinación de los yacimientos de gas, en conjunto con nuevas exploraciones, ha llevado a una situación crítica al país que ya ha sido alertada.
¿Cómo ven el panorama de la importación de gas ante un eventual déficit en el 2025 que justamente fue anunciado por Promigas y otros gremios del sector energético?
Hay varias cosas, la primera es que ya estamos importando y lo hemos estado haciendo desde 2016, lo que pasa es que se importaba gas natural para uso térmico y, principalmente, en épocas del fenómeno de El Niño.
Ahora lo que cambia es que vamos a tener que importar para otros usos y durante un periodo mucho más largo, no solamente para fenómenos de El Niño.
Entonces, tenemos un periodo de 2025 al 2029 más o menos, que es una coyuntura donde por no tener una entrada de proyectos estratégicos y descubrimientos que hemos hecho en el país su desarrollo no se ha hecho todavía, entonces vamos a tener que importar gas para lo que precisamente nosotros llamamos como la demanda esencial.
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¿Cómo ven ustedes la posibilidad de que el Gobierno vea desde la transición energética la aceleración de la misma con un pensamiento de que se pueda electrificar toda la demanda?
Eso sería un golpe significativo para el bolsillo de los colombianos y equivalente a varias reformas tributarias de 2022. Uno puede electrificar toda la demanda y hacer que todos los hogares cambien todos los electrodomésticos por sistemas eléctricos, que todas las térmicas se pasen a sistemas solares fotovoltaicos, y que comencemos a generar con hidrógeno, pero, evidentemente, si pasamos a esa transición, lo que afectaría es el bolsillo.
Hay que tener las transiciones organizadas en donde se mantenga el equilibrio dentro de lo que llamamos el “trilema energético”, que un eje de ese trilema sea la seguridad energética, no podemos perder nuestra soberanía energética, hay que recuperarla.
Otro eje tiene que ver con la accequibilidad, en el que las energías que incorporemos las podamos pagar todos los colombianos. Pensar que un hogar de estrato 1 puede electrificarse plenamente y dejar el gas, hoy lo vemos muy difícil, porque es el servicio público más barato.
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La generación de procesos de cocción con mecanismos eléctricos aumentaría sustancialmente la tarifa, y después la sostenibilidad ambiental, que es el otro eje, también le tenemos que dar una importancia ahí. Hay sectores de la economía que sí se pueden descarbonizar, y que tenemos que trabajar en su descarbonización.
¿Se debe usar el gas licuado como alternativa ante un posible déficit de gas natural en Colombia?
Precisamente ese gas que nosotros traemos para las térmicas es una solución que vamos a tener que utilizar por un periodo coyuntural de cuatro años con mucha frecuencia para poder atender nuestra demanda.
Una vez desarrollemos proyectos estratégicos como Uchuva (Sirius como le llaman ahora), u otros yacimientos costa afuera en Colombia, vamos a poder depender menos de la importación del gas natural licuado (GNL).
¿Se ha acelerado la importación justamente de este gas natural licuado para Colombia este año en comparación con años anteriores?
Claro que sí, y precisamente se ha aumentado este nivel de importaciones por un tema que ha sido importante este año, y es el fenómeno de El Niño.
Este año solo a la fecha han llegado alrededor de 38 barcos entre enero y agosto del año en curso, y, entre 2016 y esta semana, han venido a Colombia unos 101 barcos metaneros, pero justamente de esos 100, 38 han sido este año para Colombia.
¿Cómo ha visto la evolución de Promigas en estos 50 años?
Sin duda alguna Promigas ha venido evolucionando de manera satisfactoria. Hoy en día atendemos a más de 7 millones de clientes a través de 21 empresas.
Esto significa que hemos tocado la vida de unos 25 millones todos los días entre Colombia y Perú, conectando personas a través de fuentes de energía y servicios innovadores y confiables, que es justamente lo que dice nuestro credo.
