No he podido de momento adquirir una vivienda en Barranquilla porque para mi presupuesto está muy costosa, y como tengo una familia numerosa, eso también ha perjudicado de alguna u otra manera poder adquirir una vivienda en un proyecto importante de la ciudad, dado que muchos de estos apartamentos son como quien dice uno popularmente “una cajita de fósforos”, es muy pequeño, y aparte de pequeño sale costoso”.
Estas declaraciones las dio a conocer Juan Álvarez, un hombre barranquillero que por ahora ha visto truncado su sueño de adquirir casa propia por los altos costos de la misma. En diálogo con EL HERALDO, manifestó que se le sale de las manos poder comprar un apartamento en cualquier proyecto de vivienda. “El área privada de un apartamento promedio que tenga una medida de 50 metros cuadrados puede costar aproximadamente $175 millones. No puedo pagar tanto por algo tan pequeño”.
Lo que dijo Álvarez a este medio es quizás una de las razones fundamentales por las cuales muchos atlanticenses, y se puede decir que muchos colombianos tienen como ‘talón de aquiles’ al momento de adquirir una vivienda, como es el caso del precio y el tamaño de la misma.
Si para los compradores esto se convierte en un dolor de cabeza, para los empresarios del sector de la construcción es como una especie de ‘tormenta perfecta’, ya que ellos han tenido que convivir en este último tramo con ventas de vivienda por el piso, pérdidas de empleo, la reducción de subsidios de Mi Casa Ya, y ahora se le suma otro problema, y es que el acero y alambrón que llegue desde China, que son insumos fundamentales para la construcción en Colombia, tendrán que pagar un arancel del
35 %, según el último decreto que sacó el Ministerio de Comercio.
Esta última medida ha preocupado al sector constructor y del acero, puesto que el riesgo de aumentos en el precio de la vivienda en Colombia puede establecerse con el tiempo.
De acuerdo con Guillermo Herrera, presidente de Camacol, esto eleva las alertas de este sector que lleva tres meses liderando la pérdida de empleo a nivel nacional, y justamente son las medidas de salvaguardia al alambrón que los “coge en un muy mal momento”.
“Esto sin duda va a tener un impacto grande en los costos de producción de vivienda y sin duda puede también generar una disminución en el número de lanzamientos y en la oferta de vivienda para vender”, alertó el dirigente gremial.
Acerca de si esto incrementaría el precio de la vivienda, afirmó que actualmente hay tasas más bajas para la adquisición de vivienda, en un esfuerzo y una apuesta que hace el sector privado y el sector bancario por anticipar la reducción de las tasas de interés, pero que esto tiene un impacto en los costos directos.
Medidas golpean el sector
El presidente de Camacol sostuvo que desde julio de 2023 el Gobierno viene anunciando una política de recuperación económica para impulsar el crecimiento del país, para lo cual se mencionó de manera reiterada la necesidad de proteger el empleo e impulsar sectores que, como la construcción, generan impacto en el corto plazo. No obstante, transcurrido más de un año, dicho plan no ha sido implementado y, por el contrario, las políticas públicas adoptadas podrían disipar los esfuerzos que desde el sector privado se vienen realizando para reactivar la vivienda.
Agregó que además de la reducción en la disponibilidad de subsidios que afecta la demanda de los hogares de menores ingresos, por el lado de la oferta, las recientes medidas arancelarias adoptadas ponen en jaque la capacidad del sector para producir vivienda de interés social.
“En el último año se han adoptado al menos cuatro salvaguardias y gravámenes que tienen un impacto significativo dentro de los costos de la construcción. Se trata del Decreto 2214 de 2023, los decretos 1227 y 1294 de 2024 y la Resolución 288 de 2024 del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que imponen aranceles que pueden ser de hasta el 30 % para productos importados de hierro, acero y aluminio. Solo las medidas adoptadas este año afectan el 88 % de las importaciones de aluminio, el 55 % de las importaciones de alambrón y el 31 % de las importaciones de barra. Herrera manifestó que “es claro que el Gobierno no realizó una evaluación integral del impacto que estas medidas pueden generar en la economía y en la vivienda”, señaló Herrera.
Sobre las salvaguardias
El presidente de Fenalcarbón, Carlos Cante, explicó que las salvaguardias son mecanismos dentro del comercio que tienen los países para proteger su industria nacional, por lo que Colombia junto con los países de América Latina han venido enfrentando un proceso de desindustrialización que el denomina “enorme”, puesto que las fábricas del mundo se han trasladado a Asia.
“Hoy que el Gobierno habla de industrialización, precisamente lo que tiene que garantizar es la posibilidad de nivelar la cancha, y esto significa que esos productos, que llegan de otros países, ingresen en términos de competencia a nuestro país para que la producción local, la que genera 50 mil empleos en el país, pues pueda tener las posibilidades de competir, pero si van a llegar con un 42 % por debajo del precio internacional de competencia, pues van a acabar con nuestras industrias. Nada hacemos con tener precios artificialmente bajos, si nuestra industria se va a acabar y la capacidad de consumo se va a acabar, ¿y quién va a comprar las viviendas si no tenemos empleo? Absolutamente nadie, por ende, este es un equilibrio que debe asegurar el Estado y para eso existe ese tipo de salvaguardias”, dijo Carlos Cante.
China “es una amenaza”
Juan Manuel Sánchez, presidente de Carbocoque, señaló que China produce cerca de 1.000 millones de toneladas de acero al año, mientras que Colombia solo produce 1,3 millones de toneladas en el mejor de los años.
“China se ha convertido en la amenaza mundial de la industria del acero, ya que presentó una producción de 1.020 millones de toneladas de acero crudo durante 2023 y una oferta similar durante lo que va corrido de 2024. Esto principalmente tiene una afectación importante en la industria, en el consumo interno, en el sector inmobiliario, entre otros”, puntualizó el presidente de Carbocoque, quien además es el presidente de la Junta Directiva de Fenalcarbón.
Las constructoras
Desde el segmento de las constructoras afirmaron que las problemáticas como la reducción de subsidios por parte del Gobierno en relación con Mi Casa Ya y ahora último el arancel al acero y alambrón chino llevaría a que la venta de viviendas continúe en desplome constante.
“Esto hará que el costo del hierro tenga un mayor valor que le va a pegar al costo de la vivienda”, dijo Luis Aurelio Díaz, presidente del Grupo Oikos.
“El arancel tendrá poco impacto en los costos de la vivienda”
El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes, defendió las nuevas medidas arancelarias que impuso su cartera a la importación de alambrón de hierro o acero proveniente de países con los que no hay un acuerdo comercial.
“Estamos hablando de un aumento de máximo de medio punto porcentual en los costos, si acaso, y realmente no es nada que creamos tendrá un impacto significativo en el sector vivienda”, resaltó el ministro Reyes ante medios de comunicación.
El jefe de la cartera de comercio puntualizó que estas medidas de protección podrían extenderse a otros sectores de la economía, como el automotriz.
En ese sentido, Daniel Rey Suárez, director del Comité Colombiano de Productos del Acero de la Andi, sostuvo que el impacto de las dos nuevas normas arancelarias será de 1 % sobre el precio final de la vivienda nueva y aseguró que la afectación en los constructores colombianos sería mínima, dado que son mayores compradores del acero local.
