Con el calendario ya previamente definido, el debate sobre el alza del salario mínimo para 2025 comienza a tomar forma en Colombia. La negociación, que reúne a empresarios, sindicatos y el Gobierno, ya deja unas propuestas que son de conocimiento público.
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Pero para empezar, ¿cómo se calcula el salario mínimo? Pues según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este toma en cuenta el costo de los bienes y servicios básicos para la vida que un trabajador debería poder cubrir en su hogar, estipulando siempre una familia “tipo” (promedio), y por lo general a partir del costo de vida en la ciudad capital del país.
Otro punto que dice la OIT es tomar estadísticas salariales, es decir que se recopila información respecto al salario más bajo dentro de un rango estipulado de remuneraciones, para dar con un mínimo respecto al promedio. Este método parece simple, pero no toma en cuenta que los sectores laborales pueden tener distintos mecanismos sociales de protección.
El salario mínimo es resultado de cálculos hechos por el Estado contemplando diversos factores y variables, a menudo de acuerdo con los sindicatos de trabajadores y otras formas de colegiatura u organización profesionales.
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En teoría, un salario mínimo corresponde también a la cantidad mínima de dinero que un trabajador formal debe recibir mensualmente para cubrir sus gastos comunes más fundamentales, y proveer a su familia de las condiciones físicas, sociales y culturales mínimas indispensables para la vida digna.
Las propuestas
Según Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la prioridad de los sindicatos es garantizar un aumento de doble dígito por segundo año consecutivo, pese a la resistencia del sector privado, que considera inviable un aumento tan elevado en la coyuntura económica actual.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, manifestó que la discusión del salario mínimo comenzará con un incremento del 6,2 %, si se tienen en cuentas las perspectivas de inflación que se esperan para el mes de noviembre.
“Es probable que la inflación del mes de noviembre termine en 5,2%, esto más el punto de productividad significaría que si se sigue la tradición colombiana estaría en 6,2 %. Por más que haya algún ajuste, nunca podrá estar en doble dígito”, sostuvo el jefe de la cartera de Hacienda.
Cabe señalar que este aumento va a impactar a millones de colombianos que, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), reciben un salario mínimo.
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De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, con base en datos del Dane, entre enero y agosto de 2024 hubo un promedio de 22,8 millones de personas ocupadas formalmente. De esta cantidad, más de 10 millones de personas (43,86 %) ganan menos de un salario mínimo; mientras que otras 3,3 millones (14,76 %) solo ganan un salario mínimo.
La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo que con el incremento de este año se busca “proteger” la capacidad adquisitiva de los trabajadores colombianos.
“Nosotros hemos hecho unas medidas de desindexación y nos han permitido claramente sacar de la extrema pobreza a 1,6 millones de trabajadores, y eso ha sido gracias a los acuerdos que hemos hecho de salario mínimo en este país”, dijo Gloria Inés Ramírez.
A su vez, se conoció que la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip) afirmó que el incremento del mínimo para el 2025 no debería superar el 7 %, esto en relación a un análisis de proyecciones salariales basado en una robusta Investigación Nacional de Salarios y Beneficios.
Según el gremio de los RR. HH., que consultó 1.044 cargos de 32 sectores empresariales, las organizaciones tienen una proyección de incremento salarial para el 2025 del 6,97 % en promedio, por lo que el aumento del salario mínimo no debería estar por encima del 7 % para no afectar las finanzas de las empresas.
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“Lo que nos revela la investigación es que en los últimos años el incremento del salario mínimo ha estado por encima de la inflación, pero por debajo del porcentaje de incremento del salario mínimo, lo que significa que las organizaciones no tienen la capacidad presupuestal de aumentar a ese ritmo, generando que más personas en Colombia estén ganando salario mínimo. Por eso proponemos que el incremento del SMMLV para el 2025 esté en línea con la capacidad de pago del sector empresarial, que apunta hacia un 7 % como máximo”, dijo Gladys Vega, presidente de la Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip).
En ese sentido, celebró las declaraciones recientes del Ministerio de Hacienda sobre un incremento del 6,2 % del salario mínimo para 2025, ya que está en línea con la realidad de las empresas; sin embargo, confía en que esta propuesta no se altere mucho en las mesas de negociación que se vienen.
Dudas y alertas
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, manifestó que un incremento alto del salario mínimo es un riesgo para la inflación.
“Este año vamos a tener una inflación ligeramente por encima de 5 % y una expectativa del orden de 3 %. Eso hace que un aumento muy fuerte del salario mínimo pueda poner en riesgo la meta de inflación, pero también hace que un aumento nominal muy inferior al del año pasado sea compatible en la situación social de los trabajadores parecida a lo que se logró el año pasado, que fue muy fuerte”, dijo Leonardo Villar.
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La presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, sostuvo que la discusión y definición del salario mínimo para 2025 debe tener “consistencia y coherencia con la realidad del país” para que en efecto la remuneración que recibirán los trabajadores sea factor de crecimiento y desarrollo.
“Nosotros lo que esperamos es que haya consistencia y coherencia con la realidad del país y en ese sentido que esté acorde con la inflación y los niveles de productividad. Lo que sugiere que debería de ser por debajo dos dígitos”, indicó Lacouture.
La presidenta de AmCham Colombia recordó que los salarios son parte esencial del crecimiento económico del país y que los ingresos que se generan a través del empleo contribuyen a la superación de la pobreza del país.
Rodolfo Correa, presidente de Acopi, expresó su preocupación por un posible aumento superior al Índice de Precios al Consumidor (IPC), proyectado en el rango del 5 %. “El incremento del salario mínimo no puede superar esta cifra, ya que afectaría la estabilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas”.
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, fue enfático en afirmar que no hay ambiente en estos momentos para lograr una negociación del incremento del salario mínimo para el próximo año.
“Este año nosotros somos muy pesimistas porque ya el Ministerio de Trabajo y la ministra mostraron el talante de no gustarle la concertación. Nosotros creemos que prácticamente no hay nada que concertar, no hay ambiente para lograr un acuerdo del salario mínimo”, expresó.
Fechas clave para definir el aumento del salario mínimo
El 3 de diciembre se instalará la Subcomisión de Productividad, mientras que un día después se dará el inicio formal de la Comisión Permanente en la que hablarán sobre las cuentas nacionales. El 9 de diciembre se conocerá el porcentaje de inflación, y el 11 presentarán las propuestas.
“Hay que buscar el equilibrio con la coordinación económica”
El empresario barranquillero Charles Chapman sostuvo en diálogo con EL HERALDO que cualquier propuesta que se haga del salario mínimo debe partir de la finalidad del Código Sustantivo del Trabajo, que es buscar la justicia social y mejorar los beneficios del trabajador.
“Pero en ello, hay que buscar el equilibrio con la coordinación económica por parte del empleador, es decir, hay que aumentar los salarios, pero sin poner en riesgo la sostenibilidad de las empresas y la fuente de empleabilidad de las mismas”, resaltó Chapman.
En ese sentido, el empresario señaló que no ve conveniente un aumento de dos dígitos, teniendo en cuenta que la inflación ha ido bajando de forma paulatina, y se prevé que para noviembre, el IPC se sitúe en el promedio del 5 %.
“Hasta el mismo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que no era conveniente un incremento de dos dígitos, porque es que si el IPC se encuentra en un promedio del 5 %, la productividad, que es lo otro que se le suma, está en más o menos un 1,3 %, eso nos arroja algo como 6,6 %. Entonces, de 6,6 % a 10 %, estamos hablando ya de más de 3 puntos, que de alguna manera sería un incremento muy importante que puede incluso colocar en riesgo a muchas empresas, pero especialmente al renglón de micro y medianas empresas para resistirlo, pero yo creo que el salario mínimo estará en un 8 %”, resaltó Charles Chapman.