Hubo tensión, incertidumbre, miedo, ansiedad y mucha desesperación por parte de los empresarios colombianos ante la fuerte crisis diplomática que se desató entre Colombia y Estados Unidos. Ahora, si bien algunos han expresado diferentes lecciones aprendidas, la realidad es que todavía existe esa incertidumbre pensando en el presente y futuro de la economía colombiana.
“Esta crisis dejó una cicatriz que debe trabajarse. No se ha medido el impacto en los compradores, quienes, con este tipo de situaciones, podrían tener la intención de buscar un reemplazo para las compras de productos colombianos”, señaló María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia
El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, señaló que este anuncio fue un golpe fuerte para todo el sector económico y comercial del país. “Estuvimos a punto de lanzarnos al vacío, básicamente fue como un suicidio desde el punto de vista económico”.
En ese sentido, agregó que las consecuencias no solo eran pérdidas de exportaciones que podían llegar a 13 y 14.000 millones de dólares. “Podía haber millones de empleos que se perdieran, la economía toda iba a tener muchos problemas, el dólar se iba a disparar, las deudas de Colombia iban a aumentar, el impacto era muy grande. En buena hora se activaron los mecanismos diplomáticos para superar la complejísima situación que se produjo con Estados Unidos”.
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Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), mediante una carta abierta, sostuvo que “la construcción de un TLC o de un acuerdo comercial ha requerido años de esfuerzo no solo de apertura, sino también de mantenimiento de condiciones estables, y no se puede borrar de un plumazo en una tarde de domingo, vía redes sociales”.
Recordó, hablando de las regiones, que el impacto hubiese sido un golpe duro y contundente. “Estados Unidos representa el 31,2 % del total de las exportaciones de Antioquia; el 17,6 % del Caribe; 28,8 % para el Eje Cafetero, y el 24 % para el suroccidente del país, por dar algunos ejemplos. Igualmente, para el café significa el 40 % de las ventas externas totales y para las flores, aproximadamente 80 %”.
“Lo que viene será fundamental para que el tiempo cure las heridas. Temas de migración y narcotráfico estarán a la orden del día y debemos tener una ruta clara de cooperación, para que el día de mañana esto no amenace con afectar de nuevo las relaciones comerciales”, dijo Díaz.
El país conoció la dimensión
Un análisis del ex ministro de Hacienda José Manuel Restrepo resalta que el país conoció la dimensión de la crisis diplomática en materia económica, ya que en ellos se ven afectados sectores como el de flores, que genera más de 250 mil empleos, la mayoría madres cabezas de familia que dependen de esta relación.
“Lo mismo las frutas, el sector cafetero, este último, 500 mil familias dependen de esta relación con Estados Unidos. Hay más de 100 mil empleos en empresas nor te americanas en nuestro país. Hay inversión americana en Colombia”, detalló Restrepo.
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Es vital la relación
De acuerdo con Ricardo Triana, director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA Colombia), la relación comercial con Estados Unidos es vital para la generación de empleo en Colombia, por ende, la industria local, especialmente en sectores como el agrícola y textil, depende en gran medida del acceso al mercado estadounidense.
“Actualmente, las empresas estadounidenses afiliadas al CEA que operan en el país generan más de 115.000 empleos directos y la imposición de aranceles podría resultar en la pérdida de miles de empleos, afectando a trabajadores y familias en diversas regiones del país. Si se hubieran implementado los aranceles propuestos por el Gobierno colombiano, productos importados de EE. UU. como computadoras, piezas de repuesto, celulares, tabletas, electrodomésticos, ropa y calzado habrían experimentado un incremento de costos, afectando tanto a los consumidores colombianos como a las empresas que dependen de estos productos para su comercialización”, detalló Triana.
En los sectores
Ximena Duque, presidenta de la Federación Colombiana de Software (Fedesoft), manifestó que las exportaciones de software y TI representan el 32 % de las exportaciones de servicios de Colombia a Estados Unidos.
“En materia de infraestructura, muchas de las soluciones tecnológicas colombianas dependen de accesos en la nube, licencias, plataformas de comercio electrónico, aplicaciones y servicios de inteligencia artificial de empresas ubicadas en Estados Unidos, lo que podría afectar su funcionamiento y competitividad. La ruptura de las relaciones diplomáticas de EE. UU. hacia Colombia podría generar una significativa desventaja competitiva al limitar la interdependencia necesaria que surge de la investigación para el desarrollo tecnológico, afectando directamente la transferencia de conocimiento en áreas clave como la inteligencia artificial”, dijo Duque.
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En el Atlántico
Diana Cantillo, directora de la Corporación Empresarial del Oriente del Atlántico (CEO), le dijo a EL HERALDO que en el departamento hay empresas que importan graneles insumos para alimento de ganado.
“Si este valor aumenta, así mismo subirá el precio de la carne y productos derivados”. También recalcó que empresas del sector logística y transporte temen por unadisminución de carga hacia puertos, y disminución del tránsito nacional hacia la Costa.
“Flores, textiles y artesanías pueden encarecer para el costo final al consumidor”.
La directora de CEO Atlántico detalló además que plantas de agroquímicos verían afectado el consumo de sus productos por el incremento en los precios.“Esto finalmente se traduce en una disminución de c apacidad de producción y pérdida de empleos”, manifestó Cantillo.
Por su parte, el director Operativo de Tecnoglass, Christian Daes, ante la pregunta que se le hizo de este medio sobre si sentía inseguridad de lo que puede pasar en la relación comercial con Estados Unidos, su breve respuesta fue la siguiente: “Lo único seguro en la vida es la muerte”.
Dato relevante
Colombia ha sido el mayor receptor de asistencia económica de Estados Unidos en el hemisferio oeste en los últimos 50 años. En 2023, se registró una ayuda de USD740 millones, presentando un crecimiento de 9 % frente a la ayuda de 2022 de USD680 millones, según AmCham Colombia.