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El domingo 26 de enero de 2025 pasará a la historia como uno de los días donde la tensión bilateral con Estados Unidos, desde múltiples ámbitos, alcanzó unos niveles impensados. Así lo dio a conocer Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), mediante una carta abierta, en el que especificó las lecciones aprendidas y las hipotéticas afectaciones.

De primera mano, celebró que ambas partes hayan llegado rápidamente a un acuerdo, por el bien de las dos naciones y, especialmente, los trabajadores, regiones y empresas de Colombia, que, a diario, dejan en alto el nombre del país en una de las potencias a nivel mundial.

“La construcción de un TLC o de un acuerdo comercial ha requerido años de esfuerzo, no solo de apertura sino también de mantenimiento de condiciones estables, y no se puede borrar de un plumazo en una tarde de domingo, vía redes sociales”, señaló Díaz.

Recordó, hablando de las regiones, que el impacto hubiese sido un golpe duro y contundente.  “Estados Unidos representa el 31,2 % del total de las exportaciones de Antioquia; el 17,6 % del Caribe; 28,8 % para el Eje Cafetero, y el 24 % para el Suroccidente del país, por dar algunos ejemplos. Igualmente, para el café significa el 40 % de las ventas externas totales y para las flores, aproximadamente 80 %”.

A su vez, sostuvo que en importaciones desde Estados Unidos, son más de USD13.400 millones que hubiesen quedado en el aire e impactado múltiples sectores en Colombia, como por ejemplo el sector avícola o el de hidrocarburos, que necesitan de materias primas de nuestro principal socio comercial.

“En Inversión Extranjera Directa, fueron más de USD5.500 millones en 2023, monto que seguramente generó cientos de nuevos empleos directos en nuestro país. De igual forma, no podemos darnos el lujo de quedar por fuera del sistema financiero internacional, lo cual golpearía remesas, tarjetas de crédito, créditos, transferencias, corresponsales bancarios, entre otros”, señaló.

En este sentido, manifestó que una de las primeras lecciones es ver a Estados Unidos como un aliado y no como un enemigo. “Lo que viene será fundamental para que el tiempo cure las heridas. Temas de migración y narcotráfico estarán a la orden del día y debemos tener una ruta clara de cooperación, para que el día de mañana esto no amenace con afectar de nuevo las relaciones comerciales”.

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Como segunda lección, precisó que quedan también interrogantes de cómo se aplican los aranceles por motivos de seguridad nacional o de otra índole. “Del lado colombiano, el arancel inteligente sería una figura a la cual se acudiría. Sin embargo, hacemos un llamado a que se haga un análisis profundo y a conciencia, antes de recurrir a ellos, ya que puede traer efectos en la economía nacional”.

Una tercera lección que señaló Analdex es que se debe afianzar la palabra diversificación y que no se quede en el papel. “No debemos tener todos nuestros huevos en una misma canasta. Hay que fortalecer la relación comercial con otros socios económicos, como lo puede ser Asia”.

“Del lado de Analdex, quedamos a disposición del sector público y privado para ser un agente catalizador en pro del buen desarrollo del comercio exterior del país, con el objetivo que prosperen las regiones y el país en general. Queremos que se creen más empleos y que el éxito de las compañías se vea reflejado en mejores condiciones para todo el tejido social y empresarial de los departamentos”, manifestó Javier Díaz.