Además de conmemorarse el Día de la Raza en Colombia, que dicho sea de paso tiene una denominación distinta en otros países, hoy se celebra el Día Mundial del Árbol, y con motivo de esta celebración el Ministerio de Ambiente promueve con las diferentes autoridades locales y corporaciones autónomas del país la Gran Sembratón Nacional, que se ha fijado como meta sembrar 700 mil árboles en todo el territorio colombiano durante este puente festivo.

Cuan importante es el aporte y el valor que tienen los bosques y las zonas forestales para nuestros ecosistemas y para crear ambientes sanos y sostenibles en las áreas urbanas, sobre todo en las extremadamente cálidas como las de la Costa Caribe.

En el caso puntual de Barranquilla, la cobertura arbórea, como se le denomina a la capa de hojas, tallas y ramos que se puede observar sobre un territorio desde una vista aérea, es apenas del 26%, pero lo ideal es que sea al menos del 40% para mitigar los efectos del calor.

El indicador lo arrojó un rastreo que realizó Barranquilla Verde a través de la herramienta que proporciona imágenes satelitales (i-Tree Canopy) desarrollada por el Servicio Forestal de Estados Unidos.

La medición, según explica Henry Cáceres, director de la entidad ambiental distrital, se hace para tener un insumo que permita acompañar el trabajo que también hace el Distrito a través del programa Siembra Barranquilla y de la Agencia Distrital de Infraestructura, ADI, para concientizar a la ciudadanía de “la importancia de mantener sanos y a salvos los árboles de la ciudad”.

Si lo miramos por localidades, el estudio evidencia que en Riomar es donde la ciudad tiene una mejor cobertura con un porcentaje del 39% frente al 27,5% de edificaciones; otra cosa es en la de Suroriente, donde la proporción entre árboles y edificaciones es inversa, 21% de árboles frente al 49,5% de edificaciones. Mucho para trabajar en esta localidad, pero en general en todas, donde la cobertura arbórea no supera el 27%.

Las vías y las obras de infraestructura son necesarias y generan desarrollo, pero lo que no podemos olvidar como ciudadanos es que debemos contribuir a la siembra y conservación de las especies vegetales que tanto oxígeno le dan a nuestro planeta.

Los árboles son necesarios, y en muy contadas excepciones, por vejez o por inestabilidad, será necesario eliminar o reemplazar alguno, pero deberá ser con el visto bueno y el acompañamiento de las autoridades ambientales, que deben garantizar la armonía entre el bienestar de los ciudadanos y el bienestar del territorio en el que vivimos.

Enhorabuena los programas de siembras de árboles que se estimulan a lo largo y ancho del territorio, y ojalá que los inescrupolosos que permanentemente realizan quemas y talas indiscriminadas en los parques nacionales y en los bosques tomen conciencia para no seguir destruyendo lo poco que como humanos no hemos logrado destruir de nuestro sufrido planeta.