Los recientes proyectos en los que el actor mexicano Andrés Almeida ha participado se han relacionado con él de forma personal. 100 días para enamorarnos lo reconectó con la música y ahora Misión: Peligroso lo lleva a su década histórica favorita, en la que están cimentadas sus inspiraciones musicales.
Sobre la forma en la que han llegado estos trabajos, Almeida contesta que 'es una cosa rara que se ha dado de una manera tan natural' que trata de no buscarle una razón, pues la vida por sí sola le va entregando oportunidades y 'todo se va colocando de una manera matemática que fascina'.
Almeida se ganó al público de muchos países con su participación en 100 días para enamorarnos (2020) y su papel de Max Barrios.
No solo el propio actor se identificó con Barrios, un talentoso músico frustrado, sino miles de personas en Latinoamérica desde la llegada del proyecto a Netflix.
Andrés se tomó en serio a Max y le dio vida en pantalla creando todo un universo musical que lo conecta directamente con su propia faceta como músico.
Ahora, luego de prestarle a su personaje unos cuantos temas propios, prepara un disco que espera esté listo este año.
'Hay canciones que son completamente mías, pero que en el contexto de la serie funcionaban muy bien. Mi universo no está peleado con el de Max. Quería demostrar que no era un fracasado porque su música no es buena, sino todo lo contrario, quería darle valor', afirma.
De esta forma Almeida considera que le dio todo a Max, pero cuando reflexiona lo que dejó en él hay muchas cosas positivas que no había podido alcanzar de forma tan sólida en trabajos anteriores a este.
'A mí me deja muchas cosas, sobre todo una proyección que los proyectos anteriores en los que había estado no habían tenido. Me ha abierto un nuevo público a nivel latinoamericano y ha hecho que mi música llegue a otros países', afirma.
Con el pretexto del estreno de la atropellada segunda temporada de 100 días para enamorarnos, Almeida presentó ayer 19 de febrero el tema Llaves, una de las canciones emblemáticas de Max, que es acompañada por un video dirigido por el propio músico.
El tema mantiene una evidente influencia de la música de la década de 1970, con toques de modernidad que demuestran la versatilidad de Almeida y que asegura seguirán a lo largo del disco que prepara.