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La representante especial de la ONU para la reducción del riesgo por desastres, Margareta Wahlström, comparó la gravedad y el nivel de devastación provocado por el paso del tifón Haiyan en Filipinas, con la tragedia del tsunami en el Océano Índico en 2004.

'Es una tragedia comparable al tsunami de 2004, que cambió la aproximación hacia la prevención del riesgo de desastres', precisó ante la prensa en Ginebra Wahlström, quien indicó que el tifón Haiyan va a marcar igualmente 'un punto de inflexión' en este sentido.

Sobre el impacto de este desastre también se pronunció ayer la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que indicó que casi tres millones de trabajadores filipinos han perdido su medio de vida a causa del desastre, lo que supone un costo económico para el país de entre 12 y 15 millones de dólares.

'La pérdida de vidas y la magnitud de la destrucción son desgarradoras. Hay millones de personas en circunstancias desesperadas que necesitan reconstruir sus vidas de forma inmediata', señaló en un comunicado el director general de la OIT, Guy Ryder.

El número de muertos por el tifón Haiyan, que arrasó el centro de Filipinas, supera ya los 1.700, según fuentes oficiales, mientras aumenta la desesperación entre los supervivientes de la tragedia ocasionada por el fenómeno natural.

Cinco días después del paso del tifón, escasea el agua potable, la comida y los supervivientes no encuentran cobijo, en especial en la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte.

Las provisiones llegan con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú, las más afectadas por Haiyán, aunque las agencias nacionales e internacionales han empezado a desplegarse en la zona.

USD 301 millones para afectados

Naciones Unidos instó ayer a la comunidad internacional a enviar ayuda por valor de 301 millones de dólares a Filipinas, donde miles de víctimas carecen de acceso a alimentos y agua a causa del tifón Haiyan, que asoló la región central del país. Las agencias del organismo multilateral llamaron a lograr esa cantidad para desarrollar la respuesta de emergencia durante seis meses en el país. De momento, la comunidad internacional ha ofrecido 54 millones de dólares en asistencia de emergencia a Filipinas según informó el Departamento de Asuntos Exteriores filipino, que precisó que la ayuda incluye dinero, equipos médicos y de rescate, y material de primeros auxilios.