La expulsión ayer de Silvio Berlusconi como senador por la 'Ley Severino', que veta la elección o presencia en el Parlamento de condenados a más de dos años de cárcel, aleja al ex primer ministro italiano de la actividad parlamentaria, tras dos décadas en primera línea política.
Berlusconi, que todavía tiene pendientes cuatro procesos judiciales, fue condenado en agosto pasado por el Tribunal Supremo de su país a cuatro años de prisión por fraude fiscal por el caso Mediaset, por el que la Corte de Apelación de Milán le ha impuesto además dos años de inhabilitación para cargo público.
Esta última cuestión, que se desprendió de la pena principal de cárcel al establecer el Supremo que había que volver a calcular la inhabilitación de cinco años impuesta en primera y segunda instancia, está pendiente de recurso de casación.
El pasado 1 de agosto, los jueces del Supremo fallaron en contra del veterano líder político por aumentar artificialmente el precio de los derechos de transmisión de películas estadounidenses en Italia a través de Mediaset, con el fin de evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.
Ese proceso comenzó en 2007 con acusaciones de evasión fiscal entre 1992 y 2006, mediante la que habría escamoteado al fisco italiano unos 500 millones de euros.
Sin embargo, fue condenado finalmente por un fraude fiscal de solo 7,3 millones de euros durante 2002 y 2003.
El caso Mediaset no es el único proceso judicial al que ha tenido que enfrentarse Berlusconi, que actualmente tiene pendientes cuatro causas en los tribunales.
La última corresponde al conocido como 'caso Ruby', pendiente de que se resuelva la apelación, por el que Berlusconi fue condenado en junio a siete años de prisión y a inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por incitación a la prostitución de menores y abuso de poder.