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El futuro de la conferencia de paz de Ginebra sigue en la incertidumbre ante la falta de acercamiento entre las partes, después de que el régimen de Damasco rechazara una hipotética marcha del presidente Bachar al Asad, que la oposición exige para dialogar.

Las autoridades afirmaron que participarán en la Conferencia de Ginebra 2, el próximo 22 de enero, pero advirtieron de que en ningún caso entregarán el poder.

'Siria reitera que asistirá con una delegación oficial, que seguirá la instrucciones del presidente Bachar al Asad y las demandas del pueblo sirio para acabar con el terrorismo', señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

El Ministerio, recordó a 'aquellos que dicen que Al Asad no tendrá ningún lugar en el periodo transitorio que la época de la colonización ha pasado y que deben despertar y olvidar sus sueños. Si insisten en sus fantasías, mejor que no vayan a Ginebra'.

La reacción de la principal alianza opositora, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), no se hizo esperar y respondió al Gobierno sirio que 'la conferencia de Ginebra es sobre la transición en el poder'.

A su juicio, la postura del régimen 'pone de manifiesto su verdadera intención, que es fingir que coopera con la comunidad internacional para encubrir su guerra contra el pueblo', según un comunicado de la oficina de Monzer Akbik, jefe de gabinete del presidente de la CNFROS, Ahmed Yarba.