Al menos una persona murió y más de 60 resultaron heridas durante la oleada de robos y saqueos que sacudió en las últimas horas la ciudad argentina de Córdoba en coincidencia con un paro de policías por un reclamo salarial, informaron hoy fuentes policiales.
La víctima fatal es un joven de 20 años que falleció esta madrugada de un disparo en el tórax en circunstancias aún no esclarecidas, indicaron fuentes de la Policía cordobesa a la agencia oficial Télam.
Los policías se encontraban acuartelados hoy mientras sus representantes negociaban un acuerdo con las autoridades provinciales para obtener una subida salarial y volver a prestar servicio, tal y como les exigió el Superior Tribunal de Justicia.
Tras los incidentes registrados durante la noche, las escuelas, edificios públicos, juzgados y bancos permanecieron hoy cerrados y el transporte público, interrumpido.
Muchos comercios decidieron mantener las persianas bajas para evitar nuevos asaltos o destrozos como los sufridos en las últimas 24 horas en distintos barrios de Córdoba, situada 800 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
Al menos 52 personas fueron detenidas por los disturbios, que motivaron además un nuevo cruce de acusaciones entre el gobernador provincial, el peronista disidente José Manuel de la Sota, y el gobierno argentino.
Vista exterior del mismo establecimiento.
De la Sota interrumpió su viaje a Panamá y regresó de madrugada a Córdoba.
Recién aterrizado denunció que le parecía 'incomprensible' que el Gobierno encabezado por Cristina Fernández no hubiese atendido el pedido de sus funcionarios para enviar refuerzos.
'En este teléfono no hay ningún llamado del gobernador José Manuel de la Sota', replicó ante los medios el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich.
'(La seguridad) compete al gobierno de la provincia de Córdoba', señaló Capitanich a primera hora de hoy.
Poco después, el secretario de seguridad, Sergio Berni, anunció el envío de 2.000 gendarmes a la capital cordobesa.
En diciembre de 2012, dos personas murieron y decenas resultaron heridas durante una oleada de saqueos que comenzó en la sureña localidad de Bariloche y se extendió a otras cinco ciudades de Argentina.