Compartir:

La primera ronda de encuentros cara a cara entre altos cargos del régimen sirio y representantes de la oposición finalizará mañana después de una semana de reproches y desconfianza mutua, sin resultados visibles, pero con la promesa de ambas partes de que volverán a encontrarse en unos días.

'De ninguna manera abandonaremos la mesa de discusiones, estaremos allí hasta que lleguemos a soluciones para la crisis siria', aseguró hoy el viceministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal Makdad.

'No nos retiraremos del proceso de Ginebra', dijo por su parte el portavoz de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la alianza de grupos opositores que participa en estas negociaciones, Louay Safi.

Durante esta semana de negociaciones, ninguna tregua explícita ni implícita fue posible y se registraron bombardeos sobre Alepo, al mismo tiempo que continuó el cerco a localidades con población civil, impidiendo que reciban ayuda de organizaciones humanitarias.

La única noticia positiva provino hoy del campo de refugiados palestinos de Yarmuk, al sur de Damasco, donde cerca de 20.000 personas llevaban meses sin recibir ninguna asistencia por el asedio militar, y donde esta tarde empezó la distribución de ayuda, según confirmó el mediador para el proceso de paz, Lajdar Brahimi.

En cambio, el bloqueo se mantiene sobre el casco antiguo de la ciudad de Homs, donde están puestos los ojos de todos desde que el domingo el Gobierno sirio, a través de su delegación negociadora en Ginebra, prometiera que dejaría salir a mujeres y niños, y que luego entraría la ayuda de emergencia que la ONU tiene preparada.

Brahimi repitió hoy que no espera que suceda nada extraordinario hasta mañana, viernes, cuando concluirá la primera ronda negociadora entre el Gobierno y la oposición, que han encontrado el primer gran factor de desacuerdo en el orden de discusión de los temas que se han comprometido a abordar.

Los puntos a tratar están comprendidos en el llamado 'Comunicado de Ginebra', una especie de hoja de ruta aprobada por Estados Unidos, Rusia y la ONU, y que establece: el cese de todo tipo de violencia, la liberación de detenidos políticos, la entrada de ayuda humanitaria a las áreas afectada por el conflicto y una transición política dirigida por un órgano de gobierno de carácter temporal.

La delegación del Gobierno no ceja en su intención de hablar primero del cese de la violencia, del que responsabiliza a los grupos armados opositores que considera terroristas; mientras que la oposición identifica la violencia con las acciones de las fuerzas gubernamentales contra los insurgentes y la población.

Para la delegación de la oposición, hablar al final del órgano de gobierno transitorio -como desea el régimen sirio- carece de lógica 'porque es éste el que debe abrir el camino par la implementación de todos los puntos del Comunicado de Ginebra', dijo hoy Safi.

Sin embargo, Brahimi pareció hoy reconocer que será inevitable abordar rápidamente el problema de la seguridad: 'hay un acuerdo de que el terrorismo existe y que es un problema serio dentro de Siria, pero no hemos llegado a un acuerdo sobre cómo enfrentarlo'.

La CNFROS considera combatientes legítimos a los grupos rebeldes alzados en armas contra el régimen de Bachar Al Asad, pero se ha distanciado totalmente de entidades extremistas ligadas a Al Qaeda y que ahora operan en Siria.

La insistencia de la delegación gubernamental de poner por delante la cuestión de la violencia interna es vista por algunos observadores como una táctica para dilatar el proceso y ganar tiempo para que el régimen siga recuperando posiciones desde el punto de vista militar, como en los últimos meses.

Conocidas las posiciones de partida de gobierno y oposición, Brahimi intentará a lo largo de la próxima semana organizar una segunda ronda 'más estructurada y productiva', como él mismo lo ha descrito, de la que pueda surgir uno o más avances concretos.

El mediador entiende que el tiempo escasea y que la situación en Siria es crítica, como también lo es en los países vecinos que acogen a más de 2 millones de refugiados.

Por ello, su intención es oficializar mañana su convocatoria para que las partes se reúnan nuevamente en Ginebra a partir del 10 de febrero durante una semana.

Entre tanto, Brahimi descartó hoy que haya 'negociaciones paralelas' a las que él dirige, como se empezó a rumorear hoy en relación a reuniones de equipos diplomáticos de Rusia con la oposición siria, así como de otros encuentros de los últimos días con delegados de Estados Unidos.