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Malasia informó el martes que ha reducido el área de búsqueda del avión desaparecido en el sur del Océano Índico, mientras Australia dijo que la mejoría de las condiciones climáticas permitirá la reanudación de la búsqueda de los restos del aparato.

El ministro de defensa Hishammuddin Hussein dio esta información un día después del anuncio de que un nuevo análisis de datos vía satélite confirmó que el aparato se precipitó al mar en el Indico austral y que murieron los 239 viajeros.

Pero los rescatistas enfrentan una difícil tarea de búsqueda en una vasta extensión de mar picado donde se avistaron objetos que podrían ser restos del avión.

'No estamos buscando una aguja en un pajar, sino que todavía estamos tratando de determinar dónde está el pajar', dijo el subjefe de la defensa australiana.

Se han precisado dos corredores –en base a datos de satélite– para la búsqueda. Hishammuddin dijo que las operaciones se levantaron en el corredor norte que iba de Malasia al Asia Central, como también en el norte del corredor sur que va de Malasia hacia la Antártida.

Los investigadores estudian varias posibilidades incluso fallas mecánicas o eléctricas, secuestro, sabotaje, terrorismo o la salud mental de los pilotos o alguien a bordo. 'No sabemos por qué. No sabemos cómo. No sabemos de qué modo ocurrió esta terrible tragedia', dijo el director general de la aerolínea Ahmad Jauhari Yahya a la prensa.

El anuncio del primer ministro desató una ola de desesperación entre los familiares de los pasajeros y tripulantes, dos tercios de ellos chinos.

Un centenar de familiares y allegados marcharon hacia la embajada de Malasia en Beijing, donde arrojaron botellas de plástico, trataron de violentar el portón de entrada y gritaron ¡Mentirosos! ¡Mentirosos!

Muchos vestían camisetas con la leyenda 'Oremos por el MH370' y gritaban ¡Digan la verdad! ¡Devuelvan nuestros familiares!

El presidente Xi Jinping despachó un enviado especial, el vicecanciller Zhang Yesui, a Kuala Lumpur para interiorizarse sobre la situación, y otro alto funcionario de la cancillería, Xie Xie Hangsheng, dijo al embajador de Malasia que China deseaba saber exactamente qué motivó a Najib a anunciar que el avión se había perdido.

La conclusión se basó en un análisis exhaustivo de las breves señales que el avión envió cada hora a un satélite de Inmarsat, una compañía británica, aun después que los sistemas de comunicación el avión quedaron interrumpidos por motivos desconocidos.