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La cadena pública británica BBC anunció hoy a su personal que afrontan cientos de despidos principalmente en el departamento de informativos para alcanzar un ahorro anual de 800 millones de libras (mil millones de euros) en dos años.

Aunque el director de noticias y actualidad, James Harding, no precisó la cifra de bajas previstas en su comunicado a la plantilla, el Sindicato Nacional de Periodistas (NUJ) señaló que podían ser en torno a 500.

Harding, que se incorporó a la BBC el pasado agosto procedente del diario 'The Times', dijo por correo electrónico a sus empleados que afrontan 'significativos' despidos y que detallará su propuesta en julio.

'Siento decir que no hay escapatoria al hecho de que probablemente habrá un número significativo de despidos; la mayor parte de nuestros costes están asociados al personal, por lo que hay poco margen para hacer grandes ahorros en otras áreas', manifestó.

Un portavoz de la cadena, que se financia con un canon que pagan los propietarios de televisión en el Reino Unido, explicó que los despidos son necesarios para lograr 'un ahorro anual de 800 millones de libras para 2016-17'.

La secretaria general del NUJ, Michelle Stanistreet, criticó la medida y adelantó que se celebrará una votación para decidir si se hace una huelga.

'Recortar 500 empleos en áreas que ya están muy estiradas, donde el personal padece niveles inaceptables de estrés y presión y donde hay un ambiente laboral de acoso rampante es totalmente inaceptable y perjudicará inevitablemente la calidad del periodismo y de la programación', dijo.

Stanistreet adelantó que se votará la posibilidad de huelga y subrayó también que los recortes deberían hacerse de la paga de los ejecutivos.

'Si se pusiera a los salarios altos un tope de 150.000 libras (180.000 euros), que ya es enorme para el estándar de cualquiera y más que suficiente para el primer ministro (que percibe menos), se produciría un ahorro anual inmediato de 20 millones de libras (24,6 millones de euros), dinero que podría destinarse a la calidad de la programación, que es lo que realmente preocupa' al contribuyente, declaró la secretaria general del sindicato.

En los últimos años la cadena pública británica, que tiene su sede en Londres, ha efectuado miles de despidos y repartido sus estudios de producción en varios puntos del país para ahorrar costes.