Los avances de una escisión de al-Qaida que ha capturado territorio en Irak y Siria ha enviado temblores en todo Oriente Medio, haciendo que sus países vecinos tomen medidas ante el temor de que los milicianos islamistas les miren después a ellos.
En Jordania, el ejército envió refuerzos a su frontera con Irak la semana pasada para reforzar la seguridad, mientras que en Líbano, agentes de policía fuertemente armados desarticularon una presunta célula dormida vinculada al grupo, conocido como Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), en redadas en dos hoteles del centro de Beirut.
La región ha asistido reticente a la expansión del EIIL en el último año, Pero la audaz ofensiva que ha lanzado el grupo este mes en la vecina Irak, con la ayuda de combatientes tribales suníes y ex miembros del partido Baath de Sadam Husein, amenaza con redibujar el mapa de Oriente Medio y ha puesto en alerta a varios gobiernos.
El EIIL nunca ha mencionado expresamente su deseo de expandirse a estos países. Pero no oculta su intención de crear un estado islámico que incluya Irak y la Gran Siria, también conocida como Levante, nombres tradicionales que se refieren a una región que abarca desde el sur de Turquía al este del Mediterráneo.