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Los ensayos clínicos de dos potenciales vacunas contra el ébola pueden comenzar a finales de septiembre, afirmó este martes la subdirectora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marie-Paule Kieny.

Kieny dijo que, además de estas potenciales vacunas, hay medicamentos de dos tipos que se están desarrollando.

Agregó que, en el caso de las vacunas, se espera tener 'información preliminar, pero suficiente, sobre su seguridad en humanos para fin de año'.

El Comité de Ética de la OMS aprobó hoy el uso de tratamientos experimentales del ébola en vista de la gravedad del brote en Africa occidental -donde la enfermedad ha causado un millar de muertos-, pero enfatizó que se deben respetar ciertos criterios éticos.

Estos tienen que ver con el respeto de la voluntad y dignidad del paciente, así como con el deber de compartir toda información científica que se recopile.

De los dos tipos de medicamentos contra el ébola que se desarrollan en los últimos años, uno corresponde a un suero que contiene una selección de anticuerpos obtenidos de pacientes convalecientes.

El más conocido es el Zmapp, que se administró a dos cooperantes estadounidenses infectados en Liberia, quienes han respondido positivamente al tratamiento; así como a un religioso español que hoy falleció.

Además, hay más de tres medicamentos adicionales que se investigan y que pertenecen a la categoría de antivirales, pero que nunca han sido probados en personas, sino únicamente en primates, sobre lo cuales han mostrado 'una eficacia convincente', declaró Kieny.

'El objetivo es llevar el producto prometedor a ensayos clínicos tan pronto como sea posible para evaluar científicamente su seguridad y ver si la respuesta en humanos es similar a la que se ha visto en monos', precisó.

Kieny agregó que su organización está ayudando a que expertos entablen contacto con las compañías que trabajan en tratamientos del ébola 'para ver en qué condiciones podrían (los medicamentos) ser puestos a disposición'.

Sin embargo, la subdirectora de la OMS aclaró que se siguen recomendando las medidas clásicas de salud pública para controlar este brote de ébola y pidió no poner esperanzas desmedidas en los tratamientos o vacunas experimentales.

La prioridad debe ser la identificación rápida de casos, el aislamiento del enfermo y el rastreo de las personas que tuvieron contacto con él, así como las medidas tradicionales para el control de infecciones, explicó.

Con la aprobación del uso de fármacos que no se han probado en humanos, 'no pretendemos dar esperanza de que la gente puede ser tratada ahora', sino alentar a que se acelere su desarrollo, aclaró.