El presidente de EE.UU., Barack Obama, informó este lunes formalmente al Congreso estadounidense de que ha ampliado su campaña de ataques 'limitados' contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) a la zona de la estratégica presa de Haditha, en la provincia de Al Anbar, situada en el oeste de Irak. (Leer Obama afina acciones para 'derrotar' al Estado Islámico).
En una carta enviada a ambas cámaras del Congreso, Obama indicó que el sábado 6 de septiembre las Fuerzas Armadas estadounidenses comenzaron 'ataques selectivos en los alrededores de la presa de Haditha, en apoyo de las fuerzas iraquíes que buscan retener el control de esta infraestructura crítica y defenderla del EI'.
'Estas operaciones militares adicionales serán de dimensiones y duración limitada, de acuerdo a lo que sea necesario para afrontar esta amenaza y evitar que se ponga en peligro a personal e instalaciones estadounidenses, además de un gran número de civiles iraquíes', explicó Obama.
El mandatario sostuvo que los nuevos ataques responden 'al interés de seguridad nacional y de política exterior de Estados Unidos' y se basan en su autoridad constitucional para dirigir la defensa del país de acuerdo con la Ley de Poderes de Guerra. (Lea el informe El Estado Islámico: enemigo número uno del mundo).
Hace un mes Obama autorizó por primera vez ataques selectivos en Irak para detener los avances del Estado Islámico, y hasta ahora los bombardeos se han centrado en los alrededores de la localidad de Erbil y de la presa de Mosul en el norte del país, además del monte Sinyar durante las primeras semanas de la ofensiva.
La ampliación de la zona de ataque busca evitar que el grupo yihadista consiga tomar el control de otra presa estratégica situada en la comarca de Haditha, a unos 260 kilómetros al oeste de Bagdad, según explicó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden.
'La presa de Haditha es la segunda mayor contribuyente de energía hidroeléctrica al sistema energético en Irak, y la destrucción de la presa o la liberación de agua crearía un nivel de inundación que potencialmente presentaría una amenaza catastrófica a miles de iraquíes en el valle de Éufrates', señaló Hayden en un comunicado.
Esa amenaza afectaría desde a aquellos que residen en la provincia de Al Anbar 'hasta a partes de Bagdad, incluidas posibles inundaciones en áreas dentro y en los alrededores del aeropuerto internacional de Bagdad, donde residen cientos de empleados estadounidenses', precisó la portavoz.
'La presa permanece bajo el control de las Fuerzas de Seguridad iraquíes, con la asistencia de las tribus suníes', añadió.
El domingo, las fuerzas estadounidenses ya llevaron a cabo cinco ataques en los alrededores de la presa de Haditha, y lograron destruir ocho vehículos militares del EI, un puesto de mando y dos posiciones de combate del grupo extremista, según informó el Mando Central de Estados Unidos.
Esos bombardeos se llevaron a cabo 'por solicitud del Gobierno de Irak', de acuerdo con el Mando Central, que desde que comenzó la operación hace un mes ha llevado a cabo 143 ataques selectivos en Irak.