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El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, destacó hoy que el acuerdo nuclear final que la comunidad internacional negociará en los próximos tres meses con Irán 'no dependerá de promesas, sino que dependerá de pruebas'.

El responsable de la diplomacia estadounidense destacó que los parámetros acordados en la ciudad suiza de Lausana para un pacto nuclear global con Irán 'son un fundamento sólido para un buen acuerdo', que es lo que las seis grandes potencias del Grupo 5+1 buscaban.

'El camino del uranio y del plutonio hacia la bomba se ha cortado', aseveró un enfático Kerry, quien tendrá en las próximas semanas la difícil tarea de presentar este acuerdo al Congreso de Estados Unidos, donde domina el partido republicano que es muy criticó con el proceso negociador con Irán.

Kerry destacó en una rueda de prensa, celebrada tras el anuncio de un acuerdo marco con Irán, que las reservas de uranio enriquecido en ese país se reducirán en un 98 % durante los próximos 15 años.

Asimismo, destacó que el número de centrifugadoras de uranio se reducirá en dos terceras partes durante los próximos diez años y la planta de agua pesada de Arak, con capacidad de producir plutonio, será remodelada.

A su vez, Kerry precisó que con el acuerdo final, siempre y cuando se adopte en junio, aumenta el período para fabricar material para una bomba de actualmente dos a tres meses a un año.

A cambio de cumplir estas limitaciones a su programa nuclear con este acuerdo, Irán verá aliviadas las sanciones, destacó Kerry.

'Si en cierto punto vemos que no están cumpliendo, las sanciones van a volver a aplicarse', aseguró el secretario de Estado.

Según Kerry, este acuerdo 'abre la puerta para una solución duradera' del conflicto en torno al programa nuclear de Irán.

Además, con este pacto Estados Unidos se hace cargo de las preocupaciones de los vecinos de Irán, en particular Israel y los países del Golfo Pérsico.