La canciller alemana, Ángela Merkel, subrayó ayer la importancia del testimonio de los supervivientes del horror nazi en un acto en Dachau en recuerdo del 70 aniversario de la liberación de este campo, en el que se hizo oír también la preocupación ante el auge del racismo y el antisemitismo en Europa.
'Es una gran suerte que personas como ustedes estén dispuestas a contarnos la historia de sus vidas, el interminable sufrimiento que les causó Alemania en tiempos del nacionalsocialismo', declaró Merkel dirigiéndose a antiguos prisioneros presentes en el acto conmemorativo, a quienes expresó su gratitud. Sólo con este compromiso, con el testimonio de los antiguos prisioneros -que relataron sus recuerdos en conmovedores discursos- los simples números cobran un rostro, agregó durante la ceremonia en este antiguo campo de concentración nazi, en el sur de Alemania.
Según Merkel, lo inimaginable de lo ocurrido hace todavía más importantes estos testimonios. En tanto, el jefe del Gobierno bávaro, Horst Seehofer, afirmó que Dachau se ha convertido en un símbolo del horror de los años más oscuros de la historia de Alemania.Efe